La movilidad compartida es el futuro. No podemos entender un mundo sostenible sin cambiar la movilidad. No tiene sentido gastar dinero y tiempo en el mantenimiento y estacionamiento de vehículos que en realidad solo utilizamos alrededor de un 5% del tiempo. No puede ser que estos vehículos condicionen las ciudades, como las pensamos, como las vivimos. No es lógico que la propiedad pase por encima de la practicidad, del medio ambiente. Y hay cambios que se pueden hacer.
Artículo publicado en Auto Mobility Trends 2022 By Metyis y de Coche Global. El Barómetro se puede consultar de forma íntegra en este enlace.
En términos de movilidad me parece claro que debemos pasar de una propiedad privada que es demostradamente inefectiva, a otra que sea compartida, en la que no tengamos un solo vehículo, sino múltiples interconectados entre ellos y con el transporte público. Esta red es la que puede por un lado hacer más habitables las ciudades y por el otro más eficientes la multitud de desplazamientos que cada día se realizan y que no parará de crecer.
Nueva movilidad en todos los segmentos
Llegar a este punto solo se puede hacer de una única forma: involucrando a todos los actores, públicos y privados. Y para hacerlo usemos los conceptos que ya existen en el mundo de la sostenibilidad, como el de economía circular. Esto implica llevar la nueva movilidad a todos los segmentos: desde los materiales, fabricación o la explotación (energía verde) al trabajo, implementación y desarrollo (personas con discapacidad asociaciones, vecinos...).
En este contexto la iniciativa privada no debe pensar solo en ella. Debe, y digo debe, no puede, ser parte. Su servicio, su tecnología, la tiene que poner al alcance de la ciudad. Datos, conocimientos, APIs... Un fácil ejemplo: imaginemos que hay 15 servicios de vehículos compartidos y cada uno va por libre. ¿Serán útiles? No. El ciudadano se verá incapaz de utilizarlos sin instalar igual número de aplicaciones. ¿Resultado? Fracaso. En este caso, la colaboración sería el uso de plataformas transversales e integradoras. La MaaS es el término más utilizado para explicar a lo que me refiero.
Lo que yo veo en este sentido es que el futuro de la micromovilidad es un negocio basado en la infraestructura. Partimos de un contexto en el que esta micromovilidad se está convirtiendo en un producto de bajo margen, controlado por el municipio, a través de la regulación y los límites de la utilización del espacio público, y que lo que hace falta es un MaaS que permita a los operadores y las ciudades obtener un verdadero valor. Hoy no es así. Las ciudades carecen de soluciones integrales para los problemas de movilidad urbana, las que hay son caras, fragmentadas, les falta desarrollo y menos dificultades burocráticas. De esta forma, ni operadores, ni administración ni usuarios sacan ninguna ventaja de su uso. Ninguna.
Beneficios de la movilidad sostenible
Pero aún hay más: la movilidad sostenible, el cambio que comporta, te puede beneficiar a ti. Y te daré tres motivos:
1) La movilidad sostenible impacta en el progreso económico.
2) Movilidad sostenible lleva asociados estilos de vida más saludables.
3) La movilidad sostenible puede salvar el planeta.
Para poder actuar hace falta entender, pues, todos los conceptos que rodean este cambio que estamos viviendo. Este cambio que revolucionará la forma en la que entendemos las ciudades, el entorno. Aparecen nuevos vehículos: patinetes, motos, bicis eléctricas, y debemos ser capaces de unir todos los actores, saber entender la realidad y actuar en consecuencia para prepararnos por la nueva movilidad que no es que esté llegando, sino que ya está aquí y lo hace para quedarse.