La eurodiputada Susana Solís ha reflexionado con Coche Global y Grupo Mobilitas de Atrevia sobre los retos de últimos cinco años de legislatura europea y los que vendrán para la automoción y su industria. Ha sido un periodo caracterizado por desafíos tan potentes como la pandemia, la escasez de semiconductores, la crisis en Ucrania y la normativa Euro 7, que finalmente fue suavizada. Esto es lo que nos ha contado…
Susan Solís ha enfatizado en varias ocasiones la importancia de acompañar a la industria del automóvil en su viaje hacia la sostenibilidad, sin imponer más legislación o normativas incoherentes. Asimismo, destacó la necesidad de seguir un camino ordenado para evitar poner en riesgo los empleos y la competitividad del sector.
Velocidad hacia el vehículo eléctrico
Solís ha destacado en varias ocasiones la necesidad de apoyar a la industria sin demonizarla a la vez que abogaba por una legislación más equilibrada. Además, la eurodiputada española expresó a Coche Global su preocupación por la rápida transición hacia los vehículos eléctricos, señalando que la industria necesitará tiempo y apoyo para adaptarse. Criticó la Euro7 como estaba gestándose en un principio y donde ella intervino activamente para dulcificarla y perjudicar lo menos posible los intereses de una industria que corría serios riesgos de forzar incluso cierres de plantas y abogó por una mayor apertura a tecnologías alternativas, como los biocombustibles y el hidrógeno.
La competencia desleal de China y la importancia de una política industrial europea más sólida para enfrentarse a este desafío es otro de los retos del sector del automóvil. En este asunto, la eurodiputada expresó su preocupación por la falta de apoyo del Gobierno español al sector automovilístico y la necesidad de una mayor cooperación europea para abordar los desafíos comunes.
En cuanto a la movilidad urbana, Solís destacó la importancia de garantizar que sea accesible para todos y criticó las restricciones excesivas, como los peajes para ingresar a las ciudades, mientras subrayaba la necesidad de una respuesta europea unificada para abordar los desafíos del sector. Para la eurodiputada la movilidad debe ser sostenible, inclusiva y accesible para todos.
2027, fecha clave
En referencia a la regulación, subrayó que es la primera vez que se impone un cambio tecnológico a través de esta vía, y señaló que en 2027 la Comisión Europea deberá evaluar cómo se está llevando a cabo esta transición, con el fin de rectificar si es necesario.
Solicitó una política industrial en Europa que no se ha visto hasta ahora, llamando a los próximos cinco años a ser los de un pacto industrial. Expresó su preocupación por la falta de respaldo del gobierno en temas cruciales como Euro7, que tenía el potencial de cerrar plantas en España.
Asimismo, señaló la necesidad de equilibrar la influencia del Ministerio de Transición Ecológica con el Ministerio de Industria, esperando una corrección en este sentido con el nuevo ministro. Enfatizó, además, la importancia de acercar la política europea al ciudadano y la necesidad de escuchar sus prioridades.
Como conclusión, Solís instó a una mayor agilidad y flexibilidad en las políticas europeas, así como a un mayor compromiso con la industria y su competitividad. Para terminar, quiso transmitirnos optimismo sobre el futuro de Europa y la importancia de seguir trabajando para lograr una recuperación económica sólida y una mayor autonomía estratégica.
