He visto un coche eléctrico aparcado en el parking de un centro comercial. No era de ninguna flota de empresa, era de un cliente particular y anónimo. Estuve a punto de esperar a su propietario para hacerme una foto con uno de los pioneros de la electromovilidad, un mercado que este año avanza a un ritmo del 37%.
Era el comprador de uno de los 98 Nissan Leaf matriculados entre enero y junio de este año en España. Mi reconocimiento para él y para los compradores de los 328 coches 100% eléctricos que han hecho oídos sordos al precio más elevado en comparación con un turismo convencional y al riesgo de quedarse tirados con las baterías agotadas.
Aunque las ventas están todavía muy por debajo del nivel que habían previsto algunos optimistas iluminados por la eficiencia energética como el exministro de Industria Luis Sebastián, es importante que siga aumentando la mancha verde en contraste con el retroceso del mercado automovilístico global.
Teniendo en cuenta la escasa oferta de modelos eléctricos puros, el podio de los eléctricos está encabezado por el Mitsubishi iMiev, con 114 turismos matriculados en el primer semestre, seguido por el Nissan Leaf (98 unidades) y el Renault Zoe (97). A estos hay que añadir los 664 vehículos del modelo Twizy, que tiene una calificación técnica de cuadriciclo y un precio mucho más bajo que el resto.
La debilidad de las ventas y la losa de crisis ha llevado a Nissan a seguir los pasos de su socia Renault y ofrecer el alquiler de la batería como alternativa a la compra para rebajar el precio inicial. Con esta opción, el Leaf baja a 24.000 euros que con los 5.500 euros de ayuda pública se quedan en 18.500. Es para pensárselo.
Por cada coche eléctrico que se vende en España se comercializan 16 vehículos híbridos. De enero a junio se matricularon 4.921 coches que combinan motor combustión de gasolina o diésel con otro eléctrico, un 4,6% menos. En este terreno hay más oferta encabezada por el superventas de los híbridos y preferido por los taxistas, el Toyota Prius, del que se vendieron 1.366 unidades, un 36% menos. El Prius cada vez tiene más competencia, incluida la de otros modelos de Toyota en versión híbrida como el Auris.
Al ritmo actual se tardarían decenas de años en conseguir que los coches eléctricos lleguen, por ejemplo, a la mitad de las matriculaciones habituales. Habría que multiplicar las ventas actuales por nada menos que 4.900. En el camino llegará un momento en que ver un coche propulsado por baterías ya no sea algo tan excepcional.