En una pequeña travesía de la localidad barcelonesa de Montgat, de espaldas al mar y mirando a la montañ,a está ubicado uno de los talleres más codiciados por los porschistas de todo el mundo. Se llama Julià 911 y al frente de estas instalaciones de artesanos especializados en reconstruir Porsche clásicos está la tercera generación, Jan Egui Costa, un abogado de 33 años que dejó los legajos para seguir una tradición familiar que inició su bisabuelo.
Su padre, Josep Egui Julià, todavía se acerca muchos días por el taller, aunque ya está retirado. Él fue el responsable, desde 1970, de darle el impulso al taller que había puesto en marcha su abuelo materno en 1920 para llevarlo hasta la actual situación y especializarlo en Porsche. Josep combinó siempre dos pasiones, Porsche y el mar. Fue navegante en solitario y diseñó un piloto automático de viento que comercializó y se utiliza en diferentes regatas, también una moto de agua con turbina jet. Para moverse sobre tierra a los 20 años creó un Buggy tomando como base un Volkswagen recortado y otro sobre un Renault.
Traslado desde Barcelona
La actual instalación se abrió tras el verano de 2020. Las limitaciones de emisiones en Barcelona dificultaban cada vez más el acceso de los coches antiguos al taller así que aprovechando el peor momento de la pandemia se trasladaron a 14 km del centro de la ciudad.
Jan Egui, responsable del taller Julià de Porsche clásicos / T.F.
En lo que fue una antigua fábrica textil, el número 10 de la calle Enriqueta Pujal, hay ahora un sofisticado taller de más de 2.500 m2 donde se puede desmontar y volver a construir un vehículo histórico. Su buen trabajo hace que hasta aquí lleguen aficionados de todo el mundo para poner a punto sus vehículos e incluso algunos talleres ‘oficiales’ a veces les piden ayuda. El 40% de sus clientes son extranjeros, de Alemania, Francia, Holanda, Suiza… y hasta Japón, que buscan calidad y un precio de mano de obra más asequible que en otros lugares para un trabajo que, como nos explicó Jan, puede exigir hasta dos años de trabajo si es una reparación larga.
Hasta 1.200 horas de reconstrucción
Julià 911 ofrece un servicio completo, mantenimiento, restauración, preparaciones, venta de piezas e incluso asistencia en los rallyes de coches clásicos, que realizan para varios clientes, por ejemplo, en el Montecarlo Clássico. La restauración de un Porsche clásico puede exigir entre 1.000 y 1.200 horas de trabajo y los clientes pueden hacer el seguimiento online incluso a través de whatsapp.
El taller trabaja simultáneamente sobre unos 60 o 70 vehículos, para ello cuenta con unos 12 empleados altamente especializados y unos ocho más externos que cubren las tareas de pintura y tapicería. Cada año unos 200 vehículos se reparan o preparan en mayor o menor media en este taller donde también es posible comprar alguno de los modelos que tienen a la venta, de los que aproximadamente la mitad son de clientes. Como expertos avanzan que es difícil conseguir un Porsche clásico por menos de 50.000 euros y el más caro que ellos vendieron, un 904 Carrera GT de 1964, alcanzó los 150.000 euros.
