A lo largo de su apasionante historia (nació en 2010), Alfa Romeo ha fabricado coches de carreras, de calle, vehículos militares y motores de aviación. Menos conocidas son, sin embargo, sus incursiones en el mundo náutico, pero no por ello menos exitosas.
Para recordar su pasión sobre el agua, Alfa Romeo se ha animado a poner juntas las rarísimas embarcaciones que ha motorizado a lo largo de décadas. Entre los años 30 y los 80 del siglo pasado los motores marinos de Alfa Romeo tuvieron casi tantos triunfos sobre el agua como en el asfalto.
Bajo el nombre ‘Cavalli Marini’, un juego de palabras ya que en italiano así es también como se designan a los ‘caballitos de mar’ (los animales marinos) se ha inaugurado en su Museo Histórico, en Arese, a las afueras de Milán, una exposición que permanecerá abierta hasta el 21 de febrero de 2021 donde muestra sus grandes logros en vehículos sin ruedas. En el proyecto han colaborado algunos de los mejores coleccionistas del mundo y el ‘Museo della Barca Lariana’ (Museo Internacional de Barcos Antiguos del Lago de Como).
Entre las embarcaciones que se pueden ver en Arese hay 11 récords del mundo, seis campeonatos mundiales, siete europeos y nueve italianos. Pero también embarcaciones de recreo como un monocasco de 1932, el ‘Glauco’, que utilizaban las familias de la época para pasear por el lago de Como. Alfa Romeo también motorizó los famosos ‘vaporetti’ de Venezia y durante la II Guerra Mundial las denominadas barcas explosivas, una especie de misiles que utilizaba la Marina Italiana contra barcos enemigos.
Pionero de la F1
Pero el ejemplar más curioso es el Arno II, una veloz lancha que se construyó en un astillero de Viareggio en 1946. Se ha restaurado específicamente para esta exposición y se muestra al lado del Alfetta 158, el monoplaza que ganó el primer y segundo Mundial de F1 de la historia en 1950 con Nino Farina al volante y en 1951 con Juan Manuel Fangio. Lo curioso es que barca y coche comparten motor, el llamado Alfetta, pero fue sobre el agua donde consiguió sus primeros éxitos. Ya había sido tres veces campeón del mundo en el agua y había conseguido un récord mundial de velocidad, con Achille Castoldi como piloto, antes de llegar a la F1. Durante la II Guerra Mundial Castoldi salvó algunos Alfetta escondiéndolos en su granja. Años después el Alfetta volvió al agua y renovó los laureles del pasado, pero con otros barcos (Laura I, Moschettiere, Tamiri o Laura III).
Al lado de este histórico ejemplar hay otras joyas memorables de la náutica como la Loustic II, un intraborda que ganó tres títulos del mundo en 1964 o el Molinari-Alfa Romeo 2500, con casco de aleación de aluminio, triunfador en 1966 y que lleva los colores de la compañía aerea Alitalia. Otro barco único es el Dalla Pietà, un intraborda campeón del mundo en 1968 y 1970. Pero a los aficionados les puede entusiasmar aún más el ‘Popoli-Alfa Romeo’, un ejemplar que forma parte de la colección del Museo que con el casco que muestra y un motor Tipo 33, modificado a 2,5 litros, consiguió el record de velocidad de la clase KC 500 KG con una media de 225,145 km/h. Aún no se ha batido ese récord.
