A medida que los concesionarios se llenan de vehículos electrificados y las campañas de movilidad sostenible ganan protagonismo, una realidad mucho más persistente sigue dominando las carreteras españolas: el envejecimiento crónico del parque automovilístico. La edad media de los turismos en España ha alcanzado ya los 14,5 años, según el último informe anual de ANFAC, y solo cuatro comunidades autónomas consiguen mantenerse por debajo de esa marca simbólica.
En un mapa de claros y oscuros, Madrid se erige como el reducto de la renovación, con una media de apenas 11,5 años, gracias al fuerte peso de las flotas. Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares le siguen de cerca, moviéndose en torno a los 14 años. Sin embargo, más allá de estas excepciones, el resto del país avanza por carriles envejecidos: Ceuta y Melilla lideran el ranking con 17,7 años de antigüedad media, seguidas de Castilla y León (16,6), Extremadura y Galicia (16,3).
7 de cada 10 coches tienen más de 10 años
El dato es tan contundente como preocupante: el 62,8% de los turismos que circulan por nuestras carreteras tiene más de 10 años, lo que equivale a más de 16,6 millones de vehículos. De ellos, casi 13 millones superan incluso los 15 años, cifra que sitúa a España a la cola de Europa en renovación del parque móvil.
Por territorios, la situación es aún más llamativa: en ocho comunidades autónomas, 7 de cada 10 coches en circulación son ya mayores de una década. Ceuta y Melilla encabezan también esta clasificación, con un 76,3% de vehículos de más de 10 años, seguidas de regiones como Castilla y León, Asturias, Galicia o Castilla-La Mancha. Madrid, en cambio, presenta solo un 48,3% de turismos con más de 10 años, confirmando su posición de líder en modernización.
Un parque antiguo, un país más inseguro
El envejecimiento del parque automovilístico no es un dato inofensivo. Como advierte José López-Tafall, director general de ANFAC, las consecuencias se multiplican: “No son buenas noticias por dos motivos. En primer lugar, por el medioambiente, ya que un parque más viejo contamina más. En segundo, por la seguridad, porque los vehículos nuevos son tecnológicamente más seguros.”
López-Tafall insiste en que es imprescindible “apostar por un sistema de incentivos más sencillo y directo basado en la fiscalidad”, así como integrar a las empresas y al transporte pesado en estas ayudas, ámbitos que siguen desatendidos por la política actual.
La electrificación avanza, pero aún no despega
Pese a la creciente atención mediática y política, los vehículos electrificados apenas representan el 1,6% del parque total español, con 494.967 unidades en circulación a finales de 2024. Aunque supone un crecimiento del 35% respecto al año anterior, el dato evidencia lo mucho que queda por hacer.
Solo Madrid, con un 4,1% de turismos electrificados, supera con claridad la media nacional. Cataluña (1,7%) y Baleares (1,5%) completan el podio. En el extremo opuesto, Ceuta y Melilla (0,4%) y Extremadura (0,5%) se mantienen como territorios prácticamente ajenos a la electrificación.
España parece atrapada en una contradicción automovilística: mientras impulsa la movilidad verde con normativas y discursos, el parque móvil real envejece sin freno. Los coches más viejos siguen circulando con total normalidad por buena parte del territorio, poniendo en entredicho las aspiraciones de sostenibilidad y seguridad vial. La foto actual refleja una movilidad a dos velocidades, donde solo unas pocas regiones consiguen pisar el acelerador del cambio.