La tecnología eléctrica está ganando mucha presencia en el parque automovilístico europeo. Los rápidos avances relacionados con las prestaciones, la autonomía y la velocidad de carga o la importante reducción del consumo si se compara con un tipo convencional son factores de influencia creciente que están posibilitando el crecimiento de esta industria. El ahorro económico es un argumento determinante en esta decisión. La pregunta es evidente. ¿Cuánto cuesta cargar un coche eléctrico? Si bien cada modelo tiene unas características propias y el precio de la energía presenta importantes variaciones diarias, hay unos puntos comunes que convergen en un notable descenso del dinero requerido para sacar el vehículo a la calle.
El conductor de un coche eléctrico tiene que conectar el sistema de carga con la red eléctrica y esperar a que se complete la carga. La industria ha invertido muchos esfuerzos en reducir el tiempo de espera, un reto complicado que ha encontrado un aliado con un sistema rápido para cubrir el ochenta por ciento de la potencia del motor. En media hora es posible cubrir ese porcentaje de la carga, si bien para completar todo el proceso, el tiempo se puede demorar por encima de las tres horas.
Comparativa con uno de gasolina
Un vehículo de estas características requiere de unos 15 kW para desplazarse cien kilómetros. El precio de esta cantidad de energía, asumiendo tanto las variaciones en la tarifa que se producen durante las veinticuatro horas del día como aquellas periódicas en función de cada semana, se sitúa en torno a 1,50 euros.
Este coste se puede, incluso, reducir a 1,30 si se lleva a cabo una optimización de los recursos y la carga se realiza en los tramos horarios más económicos. La comparación con el coche de motor de gasolina incide en las condiciones ventajosas de adquirir un modelo eléctrico, ya que el gasto en el consumo del primero se establece entre 7 y 8 euros por cada cien kilómetros. La carga con tecnología eléctrica es, por tanto, hasta cinco veces más barata que la de combustión.
Cargadores
El tipo y las características del cargador instalado en casa es un factor determinante en el precio final de cada carga del vehículo eléctrico. La intensidad de corriente y la potencia de carga son los principales indicadores diferenciadores a la hora de elegir el sistema. El más caro cuesta 1.140 euros y es el Terra Ac de ABB, que ofrece una corriente de 32A y una potencia de 7,4 kW. Dispone de un programa que se gestiona desde el teléfono móvil y que muestra el consumo mensual. Otras opciones se sitúan a partir de los 525 euros.
La necesidad de cargar el coche puede llegar en cualquier momento y cuando esta situación se produce lejos de casa, hay que recurrir a los puntos de carga cuyo coste está aumentando en todas las provincias. El incremento del parque de modelos eléctricos ha llevado, en el caso de España, a una proliferación de puntos de carga en todo el país. El coste de este servicio suele ser más caro que cuando se realiza la carga doméstica, así que merece la pena sacar la calculadora y hacer cuentas sobre la energía que se necesita para llegar a casa.
--
Contenido patrocinado
