Comprar un coche supone una inversión económica importante, aunque sea de segunda mano. Saber elegir el vehículo adecuado para que la decisión sea acertada es mucho más fácil de lo que imaginas si tienes en cuenta cinco consejos clave. ¿Sabes cuáles son? ¿Estás buscando un coche usado y no sabes por dónde empezar? Te lo contamos, paso a paso.
1. Identifica qué coche se ajusta a ti
Seguro que te gustan muchos modelos de coche. Y marcas. Y acabados. Y extras. No eres el único, nos ocurre a todos. Sin embargo, lo que nos gusta no siempre coincide con lo que -realmente- necesitamos. Piensa para qué vas a utilizar el coche: no es lo mismo si lo vas a usar a diario que de forma ocasional, si lo necesitas para moverte por ciudad o por carretera, si vas a viajar solo o precisas de espacio extra para llevar a los niños…
Por lo tanto, antes de comenzar la búsqueda define qué es lo que tu coche debe tener sí o sí: ¿quizá un tamaño manejable para poder aparcarlo fácilmente? ¿O un maletero espacioso? ¿Tres o cinco puertas? ¿Sistemas de ayuda a la conducción u otros extras? ¿Con un consumo bajo? ¿Gasolina o diésel? Tus respuestas te acercarán al tipo de coche de kilómetro 0 o segunda mano que más se ajusta a ti. Y a una decisión de compra acertada.
2. Define tu presupuesto ‘real’
¿Estás buscando un coche usado? Enhorabuena, la buena noticia es que con el mismo presupuesto podrás acceder a un vehículo con más prestaciones que si te decidieras a comprarlo nuevo. Pero, ¿sabes en qué rango de precios se encuentran los coches de segunda mano? Consultamos a OcasionPlus y señalan que, de forma orientativa, el precio de un coche con más de cinco años será la mitad de su valor nuevo y el de un coche de siete años estará entre el 35 y el 40% de su valor inicial.
Ahora que ya sabes el presupuesto en el que vas a moverte, debes saber que los expertos recomiendan no superar más del 10% de los ingresos para el pago de un vehículo para que la adquisición de un coche no comprometa la economía personal. Es decir, si por ejemplo tienes un sueldo de 1.700 € mensuales no deberías destinar más de 170 euros al mes al pago del vehículo.
3. Busca, busca y busca
Comienza en tu círculo más cercano. Amigos, familiares, amigos de amigos… Si la gente que te rodea sabe que estás buscando un coche, correrán la voz, estarán más atentos si aparece una oportunidad e incluso puede ocurrir que alguien que no lo tenía en mente, se plantee vender el suyo si sabe que puede interesarte.
Continúa con internet: está disponible las 24 horas del día y es cómodo porque puedes filtrar por precios, tipos de coche, carburante, años de antigüedad, kilómetros… Muchos concesionarios cuentan con una red de tiendas físicas que combinan con una web en la que puedes acceder a todo su catálogo de coches de segunda mano. ¿Te estás preguntando qué opción es la mejor? Si eliges un particular, es posible que ahorres dinero. Además, si conoces al vendedor y sabes cómo ha cuidado el vehículo, puede ser tu mejor oportunidad de compra. Si no es el caso, elegir un concesionario profesional te dará la confianza de que el coche ha pasado una revisión completa y otros beneficios como acceder a financiación, contar con garantía y tener la opción a devolución del vehículo si no te convence.
4. Revisa el estado del vehículo
Si encuentras un coche que te gusta, sobre todo si es de un particular, solicita el libro de revisiones (es la única vía que te permitirá comprobar si los kilómetros que marca el coche son reales y ha tenido un buen mantenimiento), la documentación que acredite que tiene la ITV vigente y pide el informe del vehículo a la DGT para conocer cuántos dueños ha tenido, si es importado o presenta algún embargo.
Después, llega el momento de las distancias cortas. Solicita una visita para ver el vehículo en persona y fíjate en su aspecto, ya que puede darte muchas pistas de su mantenimiento y si ha sufrido algún accidente. ¿No te consideras un experto y quieres saber qué detalles pueden significar que ha sufrido un golpe estructural? Presta atención y desconfía -o, al menos, pregunta- si ves un faro más nuevo que otro o que no encaja correctamente, si tiene alguna abolladura, si detectas holguras en el capó o el maletero, o si observas un tono de pintura diferente.
5. El último paso: la prueba en ciudad y carretera
Aunque el coche sea perfecto para ti, ves que está en buen estado y es justo lo que necesitas, no pienses en comprar antes de probarlo. Además de ayudarte a comprobar que todo está correcto, te ayudará a ver cómo reacciona y si es lo que esperabas. Procura realizar la prueba combinando un trayecto en zona urbana y carretera para testarlo en entornos distintos y a velocidades diferentes. Y, además de conducir, pon a prueba todos tus sentidos mientras lo conduces: asegúrate de que la dirección va bien, no se produce una vibración del volante por encima de 100 km/h, no se enciende ningún piloto de error y no detectas olores a gasolina o aceite quemado.
Ahora que ya conoces todas la claves, ¿preparado para encontrar tu próximo vehículo entre la oferta de coches de segunda mano?
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