La temporada decembrina, las festividades navideñas y el invierno están a la vuelta de la esquina y suponen para muchos la época más emocionante del año. Se acerca la temporada de descanso, los regalos, las abundantes y deliciosas comidas, los momentos de tomar vino y comer galletas frente al fuego, rodeados de nuestros seres queridos. Comienzan los tiempos fríos, vamos a desempolvar del armario nuestros mejores abrigos, bufandas y guantes. Es momento de meternos bajo las mantas y tomar un chocolate caliente; la nieve está por cubrir los techos y calles de buena parte del país, el paisaje se tornará más oscuro, pero también atractivo por el blanco manto.
Y aunque esto parece muy acogedor, también representa diferentes riesgos para la movilidad. Cuando se está al volante de un vehículo son diferentes los factores externos que pueden hacer que acabemos sufriendo un siniestro. Es necesario prevenir esto mediante el uso del equipo adecuado en nuestros coches. Hoy te contamos cómo protegerte al volante este invierno con cadenas de nieve.
Riesgos al conducir sobre la nieve
La nieve y el hielo tienden a hacer que las calzadas se tornen resbaladizas y, por tanto, los coches son más susceptibles a derrapar. La parte de nuestro vehículo que más se ve afectada son los neumáticos, los encargados de soportar todo el peso de nuestro coche y el desplazamiento.
Al encontrarse las calles así, se genera un riesgo para la conducción. La nieve provoca la pérdida de control del vehículo, patinazos ante frenadas o falta de adherencia, dando lugar a accidentes con resultados nefastos. Estadísticas arrojan que un gran número de accidentes se producen por conducir en la nieve sin aplicar medidas preventivas y utilizar equipamiento.
Equipo de protección: las cadenas de nieve
Para circular mientras nieva, o con restos de hielo en las calles, es importante buscar rutas alternativas en mejor estado, conducir con precaución y con el equipo adecuado. Las cadenas de nieve son un sistema antideslizante que se coloca en las ruedas motrices y que evitan que el vehículo derrape. Este sistema puede estar compuesto de cadenas metálicas, una pieza de plástico o una funda de tela. Al usarla se debe conducir el coche a una velocidad máxima de 50 km/h. Su colocación se realiza atendiendo a la motricidad del vehículo que puede ser: tracción delantera, trasera o a las cuatro ruedas.
Una vez instaladas, las cadenas de nieve requieren un mantenimiento para su buen funcionamiento. Deben limpiarse después de cada uso. El proceso se realiza con agua caliente, para eliminar la sal que se esparce por carreteras en época invernal, ya que los cloruros de las sales atacan y corroen el acero. Estas también pueden averiarse o presentar desperfectos por un mal uso. Pueden romperse cuando se excede la velocidad permitida, se utilizan sobre asfalto seco, no tienen un ajuste firme, no se colocan correctamente los tensores y, por último, cuando ya han sido usadas por más de 500 kilómetros y presentan un desgaste natural.
¿Dónde comprarlas?
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