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Wible registra su primer beneficio operativo mensual

El carsharing de Kia y Repsol, que sólo opera en Madrid y Seúl, celebra 5 años con dos meses de beneficio al final del primer semestre de 2023

Coche de alquiler de Wible en Madrid / WIBLE

Coche de alquiler de Wible en Madrid / WIBLE

Ana Montenegro

13.07.2023 19:25h

4 min

La compañía de carsharing Wible, una joint venture entre Kia Iberia y Repsol, acaba de cumplir cinco años de existencia y empieza a ver la senda de la rentabilidad. Tras un primer lustro de vida complicado ya que tras los ajustes del arranque tuvo que hacer frente a la pandemia y a los cambios en las costumbres de movilidad de sus usuarios, parece haber encarrilado su gestión.

Alberto Gómez Platero, CEO de la compañía desde su inicio, explicó que el primer semestre de este año ha sido positivo. El número de viajes ha aumentado un 13% sobre el mismo periodo del año anterior e incluso ha registrado sus primeros beneficios al tener Ebitda (resultado bruto de explotación antes de gastos financieros) positivo los meses de mayo y junio. Con esta evolución prevé cerrar el año con unos ingresos de 6,5 millones de euros, lo que supondrían un incremento del 10,1% sobre la cifra de 2022 y con equilibrio financiero, una vez ajustados los ingresos y los gastos. 

Flota de híbridos enchufables

En estos cinco años, Wible, un servicio que sólo opera en Madrid y Seúl, ha ido ampliando su flota, toda híbrida enchufable, y sus servicios. En marzo incorporó 150 nuevos Kia XCeed con lo que actualmente cuenta con una flota de 650 vehículos, todos Kia, 450 Niro y 200 XCeed en diferentes terminaciones.

Wible acaba de celebrar también el primer año de servicio en el aeropuerto, que empezó en junio de 2022. Pese a los problemas de arranque por el bloqueo unas semanas del contrato con Aena, en estos meses lo han usado más de 6.000 personas, dos de cada cinco han repetido, y se han realizado unos 11.500 viajes. Este servicio se factura por minutos, como cualquier otro movimiento en la ciudad, pero tiene un suplemento de 7,95 euros y puede llegar a los aparcamientos de todas las terminales. 

Nuevos servicios de Wible

En 2020 puso en marcha el servicio Wible Más, que ampliaba el alquiler por minutos de un carsharing tradicional hasta 30 días con un mínimo de dos días. El movimiento de estos vehículos está limitado a la península e incluye Portugal, aunque hay que pedir una autorización. Este servicio se vio muy golpeado durante los meses duros de pandemia, pero luego se reactivó cuando se pudo empezar a viajar. Actualmente este tipo de alquileres ocupa al 7% de la flota, aunque son servicios más rentables. La media de tiempo que se utiliza es de cinco días 

En estos cinco años de funcionamiento, Wible ha acumulado 300.000 usuarios, que utilizan el servicio a través de una app con la que también abre y cierra el vehículo, han realizado más de tres millones de viajes y han recorrido un total de 20 millones de kilómetros. En este lustro, la evolución de la empresa ha experimentado un crecimiento constante y ha asistido a un cambio de hábitos de sus usuarios. Si antes de 2020 se utilizaban más los vehículos los jueves y viernes, ahora es más los fines de semana, sobre todo el sábado y no se ha recuperado un 25% de actividad en parte por el aumento del teletrabajo.

Mejores y peores usuarios

Lo más curioso de este negocio es que en los primeros meses de actividad hay que hacer limpieza de usuarios vandálicos. Todos los operadores han tenido que pasar por esa fase. En el momento del arranque algunos de los clientes que se apuntan hacen un uso poco serio de los vehículos como, por ejemplo, bajar escaleras, usarlo como un 4x4, con una alta tasa de alcohol o para aprender a conducir con el carnet recién aprobado, aunque este servicio no lo pueden usar los menores de 20 años. Los usuarios que generan problemas no justificados se eliminan de la plataforma y no pueden acceder más a un vehículo. Una especie de base de datos de malos clienes que es muy demandada por los nuevos operadores.

En estos cinco años, 50 coches de Wible han tenido que ser retirados de uso por terminar como siniestro total. Los coches no pueden llevar cámaras por la ley de protección de datos, pero tras los primeros meses se les equipó con un sensor que detecta golpes y otras acciones irregulares. Así se pudo detectar al usurario de un vehículo Wible que bajó las escalinatas de la Universidad Complutense de Madrid como si fuera un slalom. Aparentemente el coche estaba bien, pero los bajos estaban destrozados, aunque no se notaba y hasta unos días después no dejó de funcionar el coche. El sensor detectó quien había sido el verdadero culpable de la avería.

 

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