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Prueba: Skoda Elroq RS, un SUV eléctrico para esprintar

Probamos el deportivo Skoda Elroq RS, que es, junto al Enyaq RS, la punta de lanza en la carrera hacia la electrificación de una marca con 130 años de historia

Prueba: Skoda Elroq RS, un SUV eléctrico para esprintar

Toni Fuentes

14.10.2025 23:33h

3 min

El Škoda Elroq RS no es un coche eléctrico más. Es una pieza clave, un estandarte en el camino hacia la electrificación de Skoda coincidiendo con su 130 aniversario. Hemos podido someter a una primera prueba rápida al Elroq RS, que combina la practicidad típica de Skoda con una deportividad elegante. Con 340 CV bajo el pedal derecho y una estética que responde al nuevo lenguaje Modern Solid, el Elroq RS, junto al Enyaq RS, se sitúa como la punta de lanza de Škoda para esprintar en la la movilidad eléctrica. 


Valoración Skoda Elroq RS: diseño, 8; interior, 8,5; motor, 9,5; conducción, 9; global, 8,75


A primera vista, el Elroq RS transmite la nueva identidad visual de la marca: líneas robustas, proporciones equilibradas y ese toque funcional que siempre ha definido a Škoda. La carrocería combina musculatura con aerodinámica y mantiene un ADN claro: más espacio y maletero para familias, algo que sigue siendo una seña de identidad.

Por dentro, el salto cualitativo es evidente. Materiales reciclados, pantallas flotantes y un ambiente luminoso marcan una evolución hacia el futuro sostenible sin renunciar al confort. Pero el verdadero salto está en cómo se mueve.

Deportividad eléctrica: músculo instantáneo

El Elroq RS es el primer SUV compacto de la gama con apellido deportivo. Con 340 CV, tracción total y una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos, su comportamiento sorprende incluso a los más escépticos del silencio eléctrico. En el modo de conducción deportiva, el estilizado Elroq RS se transforma en un atleta.

La plataforma MEB se siente madura, con un reparto de pesos equilibrado y una respuesta inmediata. En ciudad se mueve con suavidad, pero en carretera, el modo “Sport” transforma la conducción: dirección más directa, suspensión firme y un empuje que hace olvidar cualquier nostalgia de motor térmico.

Y lo mejor: no sacrifica autonomía. El Elroq RS promete hasta 550 km con una sola carga, lo que le sitúa entre los eléctricos más versátiles de su segmento.

Eficiencia práctica y precios realistas

Con el Plan MOVES III, el Elroq puede partir desde 22.700 euros o 180 euros al mes, una cifra que lo convierte en uno de los eléctricos deportivos más accesibles del mercado. La versión deportiva RS del Elroq se comercializa desde 39.000 euros incluyendo las promociones de la marca y una ayuda de 4.500 euros del Moves, que puede llegar a 7.000 si se achatarra un coche viejo.

Škoda vive un momento dulce. En Europa, ya es la tercera marca más vendida, con una cuota del 7,2% y 542.994 unidades, acercándose peligrosamente a Toyota. En España, las cifras también acompañan: ventas +23%, rozando las 40.000 matriculaciones, muy por encima de un mercado que crece al 15%.

Los eléctricos de la marca, Elroq y Enyaq, se consolidan como los BEV más vendidos en Europa, con 16.000 unidades solo en julio de 2025. “Esperamos que las ventas sigan creciendo de forma exponencial”, subraya Fidel Jiménez de Parga, director de Škoda España.

Mirando al futuro: Epiq y Vision 0

El Elroq RS, junto al Enyaq RS, son solo las últimas incorporaciones en la hoja de ruta de electrificación tras 130 años de trayectoria de la marcha checa. En 2026 llegará el Epiq, que se fabricará en España y ofrecerá 400 km de autonomía desde 25.000 euros.

Además, la marca trabaja en su proyecto Vision 0, que busca un salto en sostenibilidad y prestaciones, reforzando la idea de que la electrificación no tiene por qué ser aburrida.

Conclusión: carácter, espacio y chispa

El Škoda Elroq RS demuestra que los eléctricos pueden ser tan racionales como pasionales. Combina espacio familiar, diseño sólido, autonomía generosa y una dosis de adrenalina difícil de encontrar en su rango de precio.

Es, en definitiva, el SUV eléctrico para sprintar: ágil, seguro y con el inconfundible pragmatismo checo que convierte a cada Škoda en algo más que un coche… en una herramienta para vivir el cambio sin miedo.

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