Audi, la marca 'premium' del grupo Volkswagen, se encuentra de nuevo bajo sospecha por haber instalado presuntamente un nuevo sistema para trucar motores diésel de gran cilindrada. El Ministerio de Transportes del Gobierno Federal de Alemania ha confirmado a la prensa alemana que investiga a la marca por un presunto sistema ilegal que camufla las emisiones de gases de los modelos Audi A6 y A7, cuya producción y comercialización habría suspendido temporalmente la compañía.
Unos 60.000 coches afectados
La voz de alarma la dio el semanario 'Der Spiegel' con la publicación de una información en la que se apunta que el 'software' ilegal presuntamente instalado provoca la desconexión del sistema AdBlue basado en la urea reducir las emisiones de óxido de nitrógeno, un gas que provoca problemas respiratorios en las grandes ciudades. Al quedar inactivo el sistema AdBlue, la potencia del vehículo se incrementa pero también las emisiones del gas nocivo. Algunas informaciones cifran en unas 60.000 las unidades afectadas por el sistema investigado, a las que Audi podría ofrecer una solución para regularizar el 'software'. Unos 33.000 de los vehículos bajo sospecha habrían sido vendidos en Alemania.
La sombra del 'dieselgate'
La investigación abierta ahora a Audi por un nuevo método fraudulento para ocultar emisiones de gases se suma al capítulo del 'dieselgate', en el que otro 'software' permitía a los motores diésel de menor cilindrada enmascarar sus emisiones de gases cuando detectaba que el coche estaba siendo sometido a una prueba de laboratorio. El 'dieselgate', que estalló en septiembre de 2015, ha supuesto hasta ahora al grupo Volkswagen el desembolso de unos 21.000 millones en Estados Unidos y la revisión de centenares de miles de vehículos en todo el mundo. Hace unos días, la justicia de Estados Unidos imputó formalmente al expresidente de Volkswagen Martin Winterkorn por haber permitido el fraude a pesar de conocerlo. Audi también se vio involucrada directamente en el 'dieselgate' y ha sufrido registros en sus oficinas y la acusación o investigación de una veintena de directivos de la marca. El presidente de Audi y miembro de la dirección de Volkswagen, Rupert Stadler, ha mostrado su disposición a colaborar en la nueva investigación.