El grupo Volkswagen ha anunciado una serie de ajustes en su producción en Alemania que supondrán un recorte del volumen de vehículos eléctricos por la débil demanda, mientras refuerza la fabricación de modelos con motor de combustión interna. El objetivo es adaptar la producción a la evolución del mercado.
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Las plantas de Zwickau y Dresde, dedicadas exclusivamente a la producción de vehículos eléctricos como el Audi Q4 e-tron y el Volkswagen ID.3, detendrán su actividad durante una semana a partir del 6 de octubre, según ha confirmado la compañía a medios alemanes. En Emden, el comité de empresa negocia posibles días de cierre, y ya se han reducido las horas de trabajo de los empleados.
En la planta de Osnabrück, la producción se reducirá al menos un día por semana hasta final de año, y se ha programado una pausa adicional en octubre debido a las bajas ventas de modelos cabrio.
Motores de combustión al alza
En contraste, la fábrica de Wolfsburgo, sede central del grupo, introducirá turnos especiales los fines de semana hasta Navidad para responder a la alta demanda de modelos como el Golf, Tiguan y Tayron, todos con motor de combustión. Desde mayo, esta planta ya opera con turnos adicionales por el mismo motivo.
Este giro estratégico se produce en un contexto de creciente competencia internacional, especialmente por parte de fabricantes chinos, y de menor demanda de eléctricos en Europa, lo que ha llevado a Volkswagen a retrasar lanzamientos clave. La semana pasada, la compañía anunció un impacto de 5.100 millones de euros por el retraso en la salida de nuevos modelos eléctricos de Porsche AG, su filial de lujo.
Un mercado en transición
La decisión de Volkswagen refleja las dificultades del mercado europeo para consolidar la electrificación, en medio de una infraestructura de carga aún insuficiente, ayudas públicas limitadas y una demanda que no termina de despegar. A pesar de las inversiones millonarias en electrificación, el grupo alemán se ve obligado a reajustar su producción para adaptarse a la realidad del mercado.
Mientras tanto, la compañía mantiene su compromiso con la transición energética, pero reconoce que el ritmo de adopción de los eléctricos no es el esperado. La estrategia actual busca equilibrar la oferta entre modelos eléctricos y de combustión, en función de la demanda real.