El debate recurrente sobre los riesgos y oportunidades de la instalación de robots en la industria ya tiene solución en la fábrica de Seat de Martorell. La marca ha desvelado algunos detalles del equipo humano que actúan de directores de orquesta, desde el cerebro de la factoría, de lo que califica de baile o coreografía de los 2.000 robots que trabajan sin descanso en la planta de Seat.
Pocas personas han visto el centro de control de la planta de Seat de Martorell, que tiene una apariencia muy similar al de las oficinas de control del tráfico. Rodeados de numerosas pantallas y ordenadores, una plantilla de 390 técnicos controlan los movimientos de los 2.000 robots instalados en la fábrica. Una de las tareas de esos 390 directores de orquesta consiste en supervisar la interacción con los operarios con los que, en algunas áreas de las líneas de montaje, comparten el trabajo. En cada turno, 1.700 operarios frente a 2.000 robots. El grado de robotización de algunas tareas, como la soldadura y la estampación, es del 100%.
Una carrocería cada 68 segundos
"Los robots no sólo asumen los trabajos más pesados para liberar a sus compañeros de carne y hueso, sino que tienen funciones cada vez más sofisticadas. Trasladan piezas de un lugar a otro durante la producción y además son capaces de soldarlas, atornillarlas, aplicar adhesivos o medir con sus sensores desviaciones de hasta 2 décimas de milímetro antes de que los modelos lleguen a la línea de acabados", explica Seat en un comunicado. El resultado es que los robots y los operarios producen una carrocería de un coche cada 68 segundos. Seat ha plasmado la coreografía de los robots, bajo la batuta de los 390 directores de orquesta, en un vídeo en el que muestra algunos de los procesos y movimientos que llevan a cabo los ingenios mecánicos y electrónicos, que cada día trasladan o manipulan, con sus pinzas, unas 2.300 piezas.
