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Trabajadores en la línea de montaje de la fábrica de Ford de Almussafes (Valencia)

Trabajadores en la línea de montaje de la fábrica de Ford de Almussafes (Valencia)

Riesgos políticos para la automoción

Adoptar decisiones políticas sin evaluar su impacto puede significar la pérdida de industria y de empleo en el sector del automóvil

Jordi Carmona

21.10.2022 00:05h

3 min

El sector automovilístico se encuentra en un proceso de transformación hacia el vehículo neutro en emisiones con dos posturas políticas que pueden hacer peligrar su futuro. La más radical aboga por un futuro sin coches, mientras que la posición algo menos radical apuesta “cueste lo que cueste” por el vehículo cero en emisiones. En ningún caso se valora, mínimamente, el impacto sobre el empleo.


Artículo publicado en Auto Mobility Trends 2022 By Metyis y de Coche Global. El Barómetro se puede consultar de forma íntegra en este enlace.


Desde UGT FICA no estamos en contra de avanzar hacia un futuro que desemboque en el vehículo cero en emisiones, al contrario, venimos apostamos totalmente por esta vía como la más beneficiosa en el actual contexto de lucha contra el cambio climático, pero requiere de una planificación ordenada y un desarrollo justo en el que primen industria y empleo por igual. En definitiva, abogamos por adoptar las 23 propuestas que venimos defendiendo desde hace años para anticiparnos a un futuro escenario de vehículos verdes previsible y realizable en el que el factor humano se sitúe en el centro de todo este proceso evolutivo.

Observamos que a nivel europeo, nacional e incluso municipal, se están adoptado decisiones que afectan al futuro de la industria automovilística sin aplicar medidas y de forma completamente descoordinada, cada cual arropándose en la bandera de ser más ecologista que nadie, pero obviando que cada decisión que se adopta en determinados ámbitos, tiene su correspondiente consecuencia, en este caso, impactos negativos sobre esa industria y ese empleo que queremos preservar y potenciar. 

Pérdida de empleo

Estamos cansados de escuchar los miles de puestos de trabajo que se van a generar con la aplicación de las nuevas tecnologías neutras, pero poco se dice de la pérdida de empleo que va a generar esta transformación y mucho menos de las necesidades formativas que van a requerir los nuevos puestos de trabajo, muchos de los cuales van a ser de nueva creación, y del necesario reciclaje que deberán afrontar los trabajadores actuales para conservar sus puestos de trabajo.

Es un error lanzarnos al vacío del titular de prensa fácil y a la adopción precipitada de medidas que, al final, van a pagarlas los y las trabajadores con su puesto de trabajo, y los usuarios con la coartación de su movilidad. Por ello, insto a anticiparnos a cualquier decisión política valorando previamente las consecuencias de esa decisión, el impacto que tener, y minimizando el impacto sobre el empleo.

PERTE sin consenso

Aunque el Parlamento Europeo ha adelantado a 2035 el final de los vehículos de combustión, algunas comunidades autónomas y ayuntamientos han anunciado que discriminarán la circulación de estos modelos en sus respectivos ámbitos, ya prohibiéndolo directamente o imponiendo sanciones económicas. Todo ello sin adoptar medidas alternativas ni sopesar el impacto negativo de tales decisiones sobre el empleo en la industria del automóvil o la movilidad de los usuarios. Y aunque el Gobierno ha aprobado el PERTE VEC sin consensuarlo con los sindicatos, consideramos que se trata de una buena noticia, de la que echamos en falta los condicionantes sociales, es decir, el impacto del PERTE en la propia industria del automóvil y en el empleo de la firmas y de toda su cadena de suministros 

El vehículo de combustión no es sinónimo de contaminación. La industria ha reducido mucho las emisiones de CO2 y con algo más de tiempo, seguramente, habría avanzado todavía más. Demonizar la gasolina o el diésel no nos hace más ecologistas, pero sí pone en peligro a una industria puntera en Europa. En UGT FICA somos tan ecologistas como el que más, pero creemos que las políticas deben hacerse desde la responsabilidad y la evaluación de su impacto. Por ello apostamos porque el vehículo verde y el de combustión avancen en paralelo hasta que en un horizonte no muy lejano prevalezca el más ecológico. Necesitamos una transición ordenada, justa para empresas y trabajadoras, que no deje a nadie atrás y en la que los agentes sociales sean actores decisorios y decisivos.

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