Justo en el momento en el que arreciaban las presiones del Gobierno francés para una fusión entre Renault y Stellantis, el primer grupo ha anunciado sus mejores resultados en toda su historia. Renault logró un beneficio neto de 2.315 millones de euros en 2023 frente a unas pérdida en 2022 de 716 millones provocada, en buena parte, por el impacto de la venta apresurada de Lada y el resto del negocio de Rusia.
Renault ha demostrado su fortaleza en términos de rentabilidad al incrementarse su margen operativo del 5,5% sobre la facturación al 7,9%, con la previsión de un leve descenso en 2024 hasta el 7,5% y una mejora progresiva hasta llegar a los dos dígitos en 2030. Los ingresos de 2023 aumentaron un 13%, hasta 52.380 millones.
Además, Renault también ha demostrado de su capacidad de generar recursos propios por valor de unos 3.000 millones de euros con los que financiará las cuantiosas inversiones previstas en la filial de movilidad eléctrica Ampere. Renault anunció hace unos dias que renunciaba a sacar a bolsa Ampere antes la volatilidad de los mercados y gracias a la mejora del 'cash flow' de Renault.
Elevar el valor en bolsa de Renault
Además de preparar los lanzamientos de los modelos (especialmente eléctricos) de 2024 y los próximos años, que incluyen los icónicos R5 y R4, Renault también lucha por mejorar su valoración bursátil, situada por debajo de 11.000 millones de dolares, un nivel demasiado bajo que convierte a la compañía en un caramelo para inversores externos.
Para convencer a los inversores, Renault ofrecerá un dividendo de 1,85 euros frente a los 0,25 euros de 2022. Las acciones de Renault se han revalorizado un 8,77% en el último mes a la espera de ver la reacción de la bolsa en la primera sesión tras el anuncio del dividendo y de la rentabilidad récord.
"Estos resultados reflejan el éxito de nuestra estrategia Renaulution. Nuestros fundamentos nunca han sido más fuertes y no nos detendremos ahí", aseguró Luca de Meo, el CEO de Renault.
