Industria

Nissan sacrifica el Pulsar, el modelo que pasó fugazmente por Barcelona

Menos de cuatro años después, la marca ha sacrificado el turismo, que ha pasado fugazmente por la fábrica de Barcelona

Modelo Nissan Pulsar en la fábrica de Barcelona

Modelo Nissan Pulsar en la fábrica de Barcelona

Redacción Coche Global

27.06.2018 09:49h

2 min

En julio de 2014, Nissan anunciaba el lanzamiento comercial del nuevo modelo Pulsar. Menos de cuatro años después, la marca ha sacrificado el turismo, que ha pasado fugazmente por la fábrica de Barcelona después de una agonía que ha dejado en promesas los compromisos de creación de empleo después de un duro acuerdo laboral.

Solo 1.533 Nissan Pulsar vendidos este año en España

Algunos trabajadores de la planta de Nissan de la Zona Franca no pudieron resistir la tentación de fotografiar el último coche del modelo Pulsar que ensamblaban. Ocurrió el martes 26 de junio después de un pinchazo en las ventas del modelo desde el inicio de su corta vida comercial. Las 80.000 unidades anuales que se habían previsto para el modelo nunca se alcanzaron y quedaron muy por debajo. En España, un mercado en el que Nissan presumía de que el Pulsar era 'made in Spain', se vendieron 1.533 unidades, un 28% menos, de enero a mayo.

La web de Nissan todavía ofrece la posibilidad de comprar un Pulsar por un precio inicial de 13.000 euros, a pesar de que ya no se fabrica. Precisamente el precio agresivo fue una de las armas que utilizó Nissan Pulsar para intentar hacerse un hueco en el disputado segmento de los coches compactos superventas como el Volkswagen Golf, Seat León, Peugeot 308... Sin embargo, el sindicato CCOO se preguntaba, en el día de la muerte del Pulsar, por qué la marca no reaccionó cuando todavía era posible evitar la desaparición del modelo.

El Nissan Pulsar supuso una inversión declarada por la empresa de 110 millones de euros y la vuelta de la planta de Barcelona a la producción de turismos después de la experiencia del Almera Tino. El anuncio de creación de 1.000 empleos en Barcelona se ha quedado en una promesa tan fugaz como el coche, cuya desaparición deja un excedente de plantilla de 100 empleados. Las garantías para la plantilla de Barcelona se han convertido en un tema central en la negociación del convenio colectivo. Los sindicatos exigen un plan de prejubilaciones y bajas incentivadas que evite los despidos forzosos.

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