Industria

Motivos para creer en la automoción

Las cosas van mejor y se van recuperando los niveles prepandemia, pero eso no quiere decir que se pueda descorchar el cava para brindar por los éxitos logrados

Ilustración de Auto Mobility Trends / FERNANDO CADENAS

Ilustración de Auto Mobility Trends / FERNANDO CADENAS

Sergio Piccione

12.11.2023 20:01h

3 min

Sorprende bastante la reacción del sector del automóvil español frente a la situación actual. No se acaba de entender muy bien de donde sale ese optimismo generalizado que muestran los resultados de la encuesta Auto Mobility Trends 2023. Es cierto que las cosas van mejor y que poco a poco -muy poco a poco- se van recuperando los niveles prepandemia, pero eso no quiere decir que se pueda descorchar el cava para brindar por los éxitos logrados. Aunque también es verdad que de nada sirve el sentarse a llorar en una esquina.


Artículo publicado en Auto Mobility Trends 2023. Accede al Barómetro en este enlace


Este optimismo, basado en la perspectiva de obtener resultados positivos, hace pensar que, una vez más, la crisis en que nos sumió el Covid 19 ha dejado nuevas oportunidades, ha permitido a las empresas reestructurarse y revisar sus costes, en algún caso afectando a los salarios de sus trabajadores. Una fase que parece haber quedado atrás, pues los ERE y los ERTE han dejado de ser un objetivo de las empresas ahora centradas en conseguir financiación. 

Tecnología de la movilidad del futuro

Lo que es motivo de sorpresa es que el mercado sigue mostrando una cierta atonía. Pese a la mejora, se quedará a unas 250.000 vehículos del nivel de 2019. Y aquí la razón parece clara: la incertidumbre.  Esta incertidumbre ha perdido alguna de las razones que la generaban, como el el coronavirus. También van perdiendo importancia los motivos económicos o de riesgo de pérdida del puesto de trabajo. Pero sigue vigente la de la tecnología sobre la que se basará la movilidad en el futuro.

Aunque también en esto, pese a la posición radical del Gobierno español y la UE, la ciudadanía española ha decidido cortar por el medio con la adquisición de vehículos de ocasión, lo que aumentó los precios de los mismos y que se envejeciera un poco más todavía el parque de automóviles. Es decir, justo lo contrario que debería buscar una Administración que dice trabajar en favor de la descarbonización de la movilidad.

En este terreno, sí parece estar claro que los potenciales compradores de coches no consideran la alternativa de un coche eléctrico puro. Las ventas de vehículos con batería, 100% eléctricos, siguen estancadas por debajo del 5% del total mientras que este porcentaje es más del doble en el resto de la UE. Y lo peor es que las ventas de estos vehículos en el mercado de usados se está desplomando, como señala GANVAM.

Riesgos de los coches eléctricos

Tampoco parece que haya un gran entusiasmo por los mismos en otros mercados europeos en donde, la supresión de las ayudas a la compra, ha supuesto un frenazo a su demanda. Volkswagen anunció que iba a reducir la producción de los modelos de su gama ID y desde Alemania llegan noticias de que hay concesionarios de la marca que devuelven a fábrica estos modelos sin bajarlos del camión que los lleva. Hay concesionarios españoles que comentan al respecto que esta es una posibilidad que da el contrato de agencia, que ellos no quieren, pero que supone que el ‘stock’ de coche es de la marca y no del concesionario. Cosas del sector.

Quienes sí tienen motivos de prudente satisfacción son, en general, los fabricantes de piezas y componentes con el PERTE VEC II, que esta vez parece mejor enfocado para que pueda ayudar y a hacer competitivas a más empresas. Además, casi olvidadas las deslocalizaciones masivas en busca de precios baratos, España puede volver a ser competitiva con fabricantes de las menos elaboradas (Tier 2 y Tier 3), lo que además ayudaría a reducir el paro que nos afecta.

 

Hoy destacamos