Una pequeña pieza circular de apenas unos centímetros se ha convertido en un pilar de la industria de la localidad barcelonesa de Parets del Vallès. El proveedor alemán Freudenberg ha renovado su confianza en la población con la inversión de 11 millones de euros en una nueva planta que sustituye a las viejas instalaciones de Parets, que se remontaban a 1957, cuando la compañía desembarcó en Cataluña.
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De la nueva factoría de Freudenberg en Parets del Vallès saldrán unos 55 millones de retenes de amortiguadores, una pequeña pieza esencial para aislar el aceite que permite sobrellevar los baches del terreno. Supone un 5% más que en 2023 y abre la puerta a un aumento de la producción del 15% gracias a una mayor capacidad y a unos niveles más elevados de eficiencia y automatización que en la vieja planta, situada a pocos metros.
Pere Aragonès y Roger Torrent, en Freudenberg de Parets
La multinacional de propiedad familiar, una de las veteranas entre los proveedores del automóvil con 175 años de historia, tuvo que dilucidar si adaptaba la vieja factoría las nuevas exigencias y requisitos tanto del sector como medioambientales o bien construía una nueva planta. Había otra opción que era deslocalizar la producción a otro centro, algo que se descartó. En su lugar se prefirió reforzar la apuesta con unas nuevas instalaciones con la última tecnología que ocupa una superficie de 6.800 metros cudrados en un solar de 14.000 en lo que en el grupo se conoce como Little Mannheim, en referencia al complejo industrial ubicado en la sede central en Alemania.
Pere Aragonès ve oportunidades
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, agradeció a Freudenberg la elección de Parets para construir la nueva fábrica, que llega como agua de mayo para un municipio y una comarca que han sufrido duros reveses industriales recientes, el último el anuncio de cierre de la fábrica de Danone. El Govern ha dado a Freudenberg una ayuda pública de 200.000 euros para facilitar la inversión. "La planta de Freudenberg es un ejemplo de innovación y de planteamiento por la mejora de la producción y apuesta por robotizaron y sostenibilidad", aseguró Aragonès durante el acto oficial de inauguración.
El President destacó que Parets se encuentra en "el eje de la prosperidad de la automoción" que se extiende hacia el Baix Llobregat y el Penedès, y subrayó la importancia del sector en el crecimiento del PIB industrial del 2,8% en 2023 y de las exportaciones en un 8,5%. "El futuro de la automoción esta garantizado, tenemos una década de oportunidades", indicó en referencia a la transformación que afronta.
Los 171 operarios y técnicos que trabajan en la planta de Freudenberg comparten el espacio con numerosas máquinas, estaciones automatizadas y robots de control de calidad. La pequeña pieza, que se suministra a los principales fabricantes de amortiguadores de Europa, que concentra el 75% de la facturación, y de otras áreas geográficas como América Latina, requiere un laborioso proceso de producción en el que las materias primas básicas son el caucho, que se cuida con mimo en una cámara a 12 grados, y elementos metálicos que se integran mediante inyección o compresión para sellar los amortiguadores.
Nuevos productos en Parets
Tal como advirtió Pere Aragonès, el producto que se fabrica en Freudenberg de Parets no está afectado por la electrificación de la movilidad. Sin embargo, la empresa ya piensa en la posibilidad de desarrollar y producir en Parets nuevos componentes relacionados con la movilidad eléctrica, según explicó Jaume Cané, responsable de Freudenberg en España, en declaraciones a Coche Global.
"Estamos abriendo la puerta a hacer otros productos. Lógicamente, entendemos que deberían ser productos destinados a la transición al coche eléctrico", afirmó el directivo, que destacó que las inversiones del grupo "son siempre a largo plazo".
