Las elecciones europeas tienen lugar este domingo 9 de junio en un clima preveraniego y con una expectativa de baja participación. Sin embargo, el sector de automoción se puede considerar como una excepción en ese clima de desinterés al estar muy pendiente de los comicios y del rumbo que tomará la política industrial y comercial de la Unión Europea. El encendido llamamiento que ha hecho la patronal alemana de fabricantes de vehículos es una muestra de lo que está en juego para el sector.
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La presidenta de la asociación de fabricantes de Alemania (VDA), Hildegard Müller, ha ido directa al grano: "Mi petición a todos los ciudadanos es: ¡vayan a votar! Utilicen su voz, no la entreguen a los populistas que no ofrecen soluciones sostenibles". "La UE -añade- ofrece a todos los europeos muchas ventajas: libertad de circulación, protección de los consumidores, un gran mercado interior, estabilidad política y económica. Sobre todo, Europa significa una cosa: paz. Por eso no se puede ignorar la importancia de las elecciones europeas de 2024".
"Una cosa está clara: la industria del automóvil está atravesando la mayor transformación de su historia. Al mismo tiempo, es necesario superar con éxito el cambio de los motores de combustión a propulsiones alternativas, la digitalización y la producción sostenible. "Cada día veo con cuánta determinación, compromiso y ambición nuestras empresas afrontan este enorme desafío. Necesitan aire para respirar, el apoyo político adecuado y el marco regulatorio adecuado", explica Müller en una declaración efectuada de cara a las elecciones europeas.
13 millones de empleos
La industria automovilística europea emplea a unos 2,4 millones de personas, y un total de 13 millones de puestos de trabajo europeos dependen del sector automovilístico, según recuerda VDA. "Es una industria europea que compite con otras regiones. Para que la Unión Europea siga siendo un lugar atractivo para las empresas, es necesario profundizar el mercado interior y reforzar Europa como lugar industrial".
Hildegard Müller afirma que "hay que eliminar los obstáculos regulatorios y promover la innovación. Es necesario un diálogo más intenso entre la industria y la política para desarrollar soluciones prácticas y eliminar obstáculos. La industria automovilística alemana espera que la política europea reduzca las cargas en lugar de añadir cada vez más".
Los fabricantes alemanes se posicionan claramente en contra de los aranceles que prepara la Comisión Europea para los coches chinos, que salpicarían a las marcas europeas. "La UE debe abogar por la apertura de mercados de manera más clara y decisiva. Es necesaria una agenda activa de la UE para un comercio libre y justo. La reducción de riesgos, es decir, la diversificación, sólo es posible con una densa red de acuerdos. La industria automovilística alemana espera más pragmatismo en las negociaciones de acuerdos de libre comercio y de inversión. Una red sólida de acuerdos es un requisito previo para mantener la fortaleza y la prosperidad económicas, diversificar las cadenas de suministro, asegurar el suministro de materias primas y energía y reducir las dependencias estratégicas".
230.000 millones hasta 2030
La patronal europa de fabricantes (Acea) va en la misma línea aunque con menos claridad y contundencia que la organización alemana. "Hoy en día, producir vehículos eléctricos cuesta más en Europa que los modelos con motor de combustión o los vehículos eléctricos importados de regiones con menores costos de fabricación. Fabricar vehículos eléctricos de forma asequible y rentable en Europa es un desafío sin el marco industrial adecuado", indica Acea en un memorando con motivo de las elecciones europeas.
Esa falta de las políticas industriales adecuadas para facilitar la competitividad de las plantas europeas contrasta con el empuje de las empresas. "Los fabricantes de automóviles europeos están desempeñando su papel en el logro de estos objetivos al comprometerse a invertir 250.000 millones de euros en electrificación para 2030. Pero la transición a los vehículos eléctricos (EV) debe ser inclusiva y accesible para todos los ciudadanos y empresas europeos".
