Juan Manuel Fangio (Balcarce 1911, Buenos Aires 1995) fue uno de los mejores pilotos del mundo, pentacampeón de F1, el segundo en la historia de la F1, dos veces subcampeón, corrió con Lancia, Ferrari o Mercedes. Fangio, al que llamaban ‘El Chueco’, se retiró de la competición en 1958, se dedicó a los negocios y fue presidente de Mercedes Benz Argentina, la primera filial de la marca fuera de Alemania. Murió con 84 años, soltero y oficialmente sin hijos, y sus sobrinos heredaron un imperio que incluía empresas, derechos de imagen y una colección de coches para la que Fangio creó un museo en 1986 en su ciudad natal, Balcarce, a unos 400 km al sur de Buenos Aires.
En Argentina es adorado casi como Maradona pero cuando se cumplían 20 años de su muerte resultó que tenía tres hijos, de madres diferentes, y ninguno lo sabía teóricamente. Oscar ‘Cacho’ Espinosa (83), Rubén Vázquez (79) y Juan Carlos Rodriguez (76), que cambiaron su apellido por Fangio, reclamaron la herencia, una auditoría a los herederos de su ahora padre, sus primos, y empezaron a recuperar el dinero que no habían tenido a lo largo de toda su vida.
Solo 70.000 km
Los nuevos hijos del piloto argentino han pasado a ser propietarios del coche favorito de su desconocido padre tras el acuerdo de herencia con la Fundación Fangio, un Mercedes Benz 300 SL Roadster de 1958. El coche fue siempre propiedad de Fangio y los poco más de 70.000 km que marca los hizo él mismo. RM Sotheby’s será la encargada de subastarlo a través de una venta privada entre el 28 de febrero y el 4 de marzo.
Con la carrocería azul claro metalizado, los cromados y el interior en cuero color crema, era un de los coches más elegantes de la época. El coche fue un regalo de Mercedes a su piloto por su 47 cumpleaños y se lo entregaron en el Hotel Dorchester de Londres. Esa unidad era la que había estado expuesta en el Salón del Automóvil esos días.
En sus memorias, el propio Fangio cuenta que ese regalo, que llegó el año de su retirada de las pistas, fue un poco un pique de sus jefes alemanes. "En 1958 me invitaron a visitar Montecarlo y la gente de Lancia, para la que había corrido en 1954 y ganado la Panamericana en 1953, me dejó un auto de la empresa con chófer. Me fue a buscar al aeropuerto de Niza, lo usé en Montecarlo y cuando terminé mis obligaciones allí, me fui a Alemania con el Lancia". En Mercedes no gustó mucho que su piloto estrella se moviera con un coche de la competencia así que le regalaron el nuevo 300 SL.
Detalles de Fangio en el coche
Fangio se paseó por Europa con su nuevo Mercedes y su novia Andrea ‘Beba’ Berruet, la madre de su hijo mayor no reconocido, y en 1960 lo exportó a Argentina como ‘trofeo’ para no pagar los sangrantes impuestos a los automóviles que llegaban del Viejo Continente. En Argentina siguió siendo el coche favorito de El Chueco y con él descapotado paseó por las calles de Buenos Aires a Silvana Suárez cuando fue coronada Miss Mundo en 1978.
Desde 1986 era una de las joyas del Museo Juan Manuel Fangio, con el cuero original y el desgaste de la rodilla de Fangio contra el salpicadero, además del pomo de la palanca del cambio que le había puesto el argentino y una pegatina de la UPPI, predecesora de la GPDA (Grand Prix Drivers' Association), la asociación de pilotos de F1 que se creó en 1961.
Orígenes del Mercedes 300 SL
En septiembre de 2021 el 300 SL Roadster de Fangio viajó a Gran Bretaña, al Goodwood Revival, donde se especuló que se iba a vender, pero solamente fue exhibido. Con una historia tan intensa y una conservación de museo el coche favorito de Fangio se estima que podría superar los cinco millones de euros, aunque quizás nunca lo sabremos.
El Mercedes Benz 300 SL se creó inicialmente como coche de carreras y tras ganar en 1952 la Panamericana de México, Le Mans y Nürburgring, su excelente mecánica, la baja altura y la comodidad del habitáculo además de su elegante diseño lo transformaron en un coche ‘de calle’.
La versión Roadster, que se deriva del famoso coupé ‘alas de gaviota’, se hizo porque los americanos querían que fuera descapotable y ha pasado a ser considerado el coche con esta carrocería más bello fabricado nunca. Se hizo entre 1957 y 1963 con unas dimensiones de 4,57 metros de largo, 1,79 de ancho y 1,3 de alto, con una distancia entre ejes de 2,4 metros. El motor que lo propulsaba, y lo sigue haciendo a las cotizadas unidades que sobreviven, es un 3,0 litros con seis cilindros en línea e inyección directa de gasolina, fue el primer automóvil que utilizo esta tecnología. Con una potencia de 210 caballos, tracción trasera y cambio manual de cuatro velocidades alcanza una velocidad máxima de hasta 250 km/h.
