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Cómo serán los coches seguros que quiere la Comisión Europea

Los coches tendrán que incorporar en los próximos años nuevos sistemas para aumentar la seguridad vial y evitar accidentes de tráfico

Redacción Coche Global

18.05.2018 17:51h

4 min

La Comisión Europea quiere que los fabricantes a aceleren la instalación en los vehículos de dispositivos como el freno de emergencia automatizado, el detector de somnolencia  y alcoholemia y la cámara trasera. Para ello, la Unión Europea y el Parlamento Europeo analizarán la propuesta para que esos sistemas sean obligatorios a partir de 2020. El objetivo que plantea la Comisión Europea es que los nuevos modelos incorporen sistemas avanzados de seguridad en los vehículos y una mejora en las carreteras peligrosas con el fin de salvar unas 10.500 vidas y evitar unos 60.000 heridos graves en el periodo 2020-2030. Las medidas de la Comisión impulsada por Jean Claude Juncker se completan con actuaciones en los ámbitos de las emisiones de gases con reducciones de los niveles permitidos para los camiones y un impulso al desarrollo de los vehículos conectados.

Frenada de emergencia automática y señalizada

Los sistemas de seguridad que la Comisión Europea quiere que lleven de serie los coches que se vendan a partir de 2020 incluyen algunos que ya se ofrecen en una buena parte de los vehículos nuevos y otros disponibles como opciones a la hora de la compra del vehículo. La frenada de emergencia automática es uno de esos dispositivos y permite que el coche, gracias a sensores, radares y cámaras, se detenga de forma preventiva si se detecta una situación de peligro por la presencia de un peatón, un ciclista o un obstáculo. Recientemente, la organización EuroNcap ha incluido los sistemas de detección de obstáculos y frenada automática de emergencia en sus pruebas de seguridad. Relacionado con ese dispositivo, la Comisión Europea también propone incluir de serie en los vehículos la señalización con luces de emergencia de una frenada de emergencia de cualquier tipo, ya sea la accionada de forma automática o la que pueda hacer un conductor.

Más seguridad para peatones y ciclistas

Otro apartado importante es el de mejorar la seguridad para peatones y ciclistas mediante sistemas que los detecten de forma automática, así como la configuración de los vehículos para que reduzcan los daños a una persona en caso de atropello con una luna frontal adecuada.

Salida involuntaria de carril y cámara trasera

Uno de los dispositivos reclamados y que es ya de los más extendidos es el de detección de salida involuntaria de un carril mediante avisos al conductor y también la corrección automática de la dirección. Algo parecido sucede con la cámara trasera, que empieza a ser habitual en buena parte de los modelos nuevos.

Caja negra y control de velocidad inteligente

La mejora de la seguridad vial también pasa por el coche conectado y sistemas relacionados como una caja negra en los vehículos que registre todos sus movimientos. La conectividad del coche también es necesaria para que las cámaras identifiquen la información de las señales de tráfico como las de velocidad máxima y adapten la marcha al entorno en cada momento. Todo ello en un marco con una regulación de los datos generados por un vehículo para que su uso dependa del conductor.

Control de alcoholemia y somnolencia

Otro apartado importante para los coches seguros que propone la Comisión Europea es el del 'software' que analiza el estado del conductor, desde una posible alcoholemia hasta la somnolencia o falta de atención durante la marcha.

Las reacciones a las medidas que propone Bruselas han sido recibidas con elogios generalizados por las ventajas que suponen en la seguridad y el potencial que tienen para evitar siniestros graves o mortales. El secretario general de EuroNcap, Michiel Van Ratingen, ha asegurado que "es bueno ver que importancia vital de las tecnologías para unos vehículos más seguros y prevenir accidentes ha sido reconocida". En cambio, la Asociación de Fabricantes de Automóviles Europea (ACEA) ha apoyado las medidas de seguridad pero ha criticado la propuesta de limitar las emisiones de gases de los camiones en un 15% en 2015 y un 30% en 2030 al considerar que no tiene en cuenta la realidad de los vehículos pesados y el tiempo necesario para conseguir esos objetivos.

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