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Máxima seguridad para Rimac Nevera tras destrozar 9 coches

Los 'crash test' le cuestan 20 millones al fabricante de los exclusivos deportivos eléctricos, con 1.914 CV y una aceleración de 0 a 100 km/h en 1,85 segundos

Prueba de choque de Rimac Nevera / RIMAC

Prueba de choque de Rimac Nevera / RIMAC

Ana Montenegro

20.02.2022 22:12h

4 min

En estos días el mundo del motor tenía que empezar a dirigir su mirada hacia la localidad suiza de Ginebra, donde anualmente, hasta 2020, se celebraba la cita del sector más importante y neutral de Europa. El salón suizo fue, hasta que llegó Covid, una cita ineludible para las pequeñas marcas, sofisticadas o artesanales.

Sin un foro que concentre todas las novedades vamos sabiendo poco a poco las locas extravagancias que están haciendo los pequeños fabricantes. El Rimac Nevera tenía que haberse desvelado bajo los focos y con la máxima atención mediática en el Salón de Ginebra en marzo de 2020. Nunca se celebró, tampoco el de 2021 ni el de este año.

Rimac engloba a Bugatti

Pero Mate Rimac (Bosnia 1988), fundador y CEO del Grupo Rimac, al que ya comparan con Elon Musk (cualquiera que hace algo eléctrico en algún momento se le compara con el estadounidense fundador de Tesla), ha seguido trabajando. En el caso de Rimac hay mucho más que humo tras su empresa, creada en 2009 y que en 2014 ya recibió inyecciones de capital de inversores extranjeros. Con sólo 19 años este creativo e imaginativo emprendedor electrifico un BMW E30. Ahora prepara proyectos más ambiciosos después de asumir el control de Bugatti junto a Porsche.

El Rimac Nevera, que se desveló en junio del pasado a año y del que sólo se van a fabricar 150 unidades con un precio cada uno de dos millones de euros, mínimo, acaba de culminar el programa de pruebas de choque para su homologación en Europa y Estados Unidos que ha supuesto destruir totalmente nueve vehículos, lo que a precio de mercado supone casi 20 millones de euros. Nunca hubo que romper huevos tan caros para hacer la tortilla.

El desarrollo del Rimac Nevera ha exigido cuatro años de trabajo y miles de simulaciones digitales. Los prototipos se sometieron a 45 pruebas de choque físicas y muchas más estáticas para comprobar la seguridad pasiva.

Resistencia a impactos

La última prueba se realizó a finales de enero. A una velocidad de 32 km/h, se simuló un impacto lateral con una farola, es una de las pruebas más difíciles a las que se puede someter un automóvil. La estructura del Nevera demostró ser tan eficaz en la distribución de la energía que la puerta del lado del impacto se podía abrir después de la prueba. Este fue el último ensayo de homologación para cumplir la normativa estadounidense de seguridad pasiva. Las pruebas de homologación europea se completaron en 2021.

“El Nevera ha sido diseñado para sobresalir en todas las áreas. Cada componente se ha analizado y diseñado para conseguir el mejor rendimiento. Durante cuatro años hemos prestado la misma atención a la seguridad. Los ingenieros han trabajado en miles de simulaciones y modificaciones a prototipos de vehículos, solo para ver su trabajo destruido durante el proceso de prueba de choque”, reveló Mate Rimac

“Con esta última prueba concluye el programa de pruebas de choque del Nevera, lo que nos acerca a poder entregar nuestro hiperauto eléctrico a sus primeros propietarios de todo el mundo”, añadió.

Pruebas de choque transparentes

El Nevera, que toma su nombre de un tipo de tormentas que se forman en el Mediterráneo, frente a Croacia, es considerado el coche de producción con la aceleración más rápida. Alcanza una velocidad máxima de 412 km/h, tarda 1,85 segundos en pasar de 0 a 100 km/h y de 0 a 300 km/h en 9,3 segundos.

Está construido alrededor de un chasis monocasco de fibra de carbono avanzado que se extiende a la suspensión delantera y trasera. El resultado es una rigidez máxima. El monocasco también forma parte de una célula de supervivencia muy rígida que ayuda a disipar la energía alrededor de los ocupantes en caso de accidente. El techo puede resistir más de tres veces el peso del coche.

Rimac ha sido transparente con el proceso de prueba de choque, compartiendo públicamente todo, desde las primeras pruebas de materiales, los desarrollos de prototipos y las pruebas de choque finales. 

Está propulsado por cuatro motores eléctricos, ubicado uno en cada rueda, que generan una potencia total de 1.914 caballos y un par máximo disponible desde el arranque de 2.360 Nm. La energía la proporciona una batería de níquel, litio y magnesio, diseñada por la propia empresa, que tiene una capacidad de 20 kWh y le permite una autonomía de 547 km.

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