Los coches transmiten sensaciones, pero ¿también creencias políticas? ¿Qué coche conducen en España los votantes del PP y los del PSOE? Se podría teorizar y especular mucho pero lo mejor es ver el referente de Estados Unidos, donde ya se ha estudiado el garaje de los republicanos y el de los demócratas. La conclusión es que estos últimos son más sensibles a la ecología.
Las presentaciones de nuevos modelos o concept car del Salón del Automóvil de Detroit han hecho hincapié en coches con una amplia aceptación en el mercado norteamericano, como pick up del estilo del Ford F150, o deportivos legendarios puestos al día como los Corvette y especialmente muchos todocaminos y todoterrenos.
Antes de desarrollar esos modelos nuevos, los estrategas de las marcas han analizado multitud de estudios de mercado, incluidos los que radiografían las preferencias en función del voto. Entre las novedades más emblemáticas presentadas en Detroit predominan los modelos republicanos. Me explico. No es que lleven el elefante rojo gravado, sino que coinciden con los gustos de los que votaron Mitt Romney.
El 51% de los republicanos conducen un turismo, mientras que el 27% tienen un SUV, un 12% un pick up y un 8% un monovolumen. En cambio, los partidarios de Barack Obama se decantan más por un coche compacto o una berlina, con un 63%, seguido por un 22% que conduce un todocamino o un todoterreno, un 6% que tienen un pick jo y otro 6% un monovolumen.
La intención de compra en función de la motorización subraya todavía más esa tendencia diferenciadora. Los votantes conservadores prefieren la gasolina en un 72% de los encuestados y sólo un 12% quieren comprarse un híbrido y un 2%, un coche eléctrico. El apoyo a los vehículos de gasolina es mucho más bajo en los más progresistas, con un 53%, seguido por un 27% que quieren tener un híbrido y un 4% uno eléctrico.
¿Más todoterrenos para los partidarios de Rajoy?
Extrapolando el sondeo a España, es como si en el garaje de los votantes de Rajoy abundaran los vehículos más contaminantes y los todoterrenos mientras que en el de su rival Rubalcaba hubiera más turismos compactos y berlinas de menos consumo.
En Detroit se ha apreciado la tendencia detectada por las encuestas de una búsqueda de coches más eficientes y menos aburridos. El peso de los turismos cae un 9% en las preferencias de los futuros compradores al tiempo que existe un amplio grupo de un 14% que quieren un coche diferente pero están indecisos. Es hora de cambiar las berlinas aburridas por todocaminos. La fiebre europea del Qashqai pega fuerte en EEUU.