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Las elecciones, una oportunidad también para cambiar los coches oficiales

Hace unos días, el presidente de un fabricante automovilístico lamentaba la hipocresía de la mayoría de los dirigentes políticos

Coche oficial con Quim Torra y Pedro Sánchez

Coche oficial con Quim Torra y Pedro Sánchez

Redacción Coche Global

22.05.2015 06:00h

2 min

"La industria española podría ir todavía mejor si los políticos cambiaran el coche importado por otro de fabricación local". La campaña de las elecciones municipales no ha mejorado un viejo problema porque los aspirantes a alcalde parece que seguirán sufriendo la auditis aguda que hemos denunciado en este blog.

Aunque se bajen del coche oficial una esquina antes para aparentar que van andando a dar el mitin político, a muchos de los candidatos les sigue esperando el Audi, preferentemente A6 y A8. Por ejemplo, el alcalde de Barcelona y candidato de CiU, Xavier Trias, sigue viajando en un Audi A8 aunque, eso sí, sus escoltas le siguen con varios Seat León. En Madrid, Esperanza Aguirre quiere dejar su Toyota Verso, con el que atropelló a un agente de la Policía Local, para volver a subirse en el coche oficial del Ayuntamiento, que Ana Botella cambió del Audi A8 a un Seat Altea de gas natural.

El directivo de la marca mencionado anteriormente se mostraba optimista sobre la posibilidad de que los dirigentes políticos españoles aumenten su apego por los coches fabricados cerca de sus despachos. "En otros países es algo natural y está mal visto si cambian a un coche importado. En España hay varios ejemplos positivos como el presidente de Galicia, que siempre va en un Citroën como muestra de apoyo a la fábrica de Vigo".

¿Qué coche tendrían Pablo Iglesias y Ada Colau?

Los aires de cambio que soplan en política pueden ser también una oportunidad para que los alcaldes, consejeros y presidentes autonómicos y los ministros y el presidente del Gobierno central dejen de comportarse como nuevos ricos de países emergentes como China, donde los Audi negros forman parte del paisaje de los edificios públicos. ¿Qué coche tendría Pablo Iglesias en el aparcamiento de La Moncloa? ¿Y Ada Colau en la plaza de Sant Jaume de Barcelona?

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