Sostenibilidad

Alemania se planta contra el veto a la combustión en 2035

El canciller alemán confirma oficialmente que se desmarca de España y Francia al reclamar a la UE que revise la hoja de ruta de descarbonización

Friedrich Merz inaugura el Salón IAA Mobility de Múnich

Friedrich Merz inaugura el Salón IAA Mobility de Múnich

  • Archivado en:
  • CO2

Toni Fuentes

28.11.2025 13:57h

3 min

Alemania ratifica su postura de reclamar una revisión en la hoja de ruta de la descarbonización para proteger a la industria de automoción del país y de Europa. El canciller alemán, Friedrich Merz, confirmó que su Gobierno enviará una carta oficial a la Comisión Europea para exigir que se revise el veto absoluto a la venta de coches nuevos con motor de combustión previsto para 2035. Con este movimiento, Berlín se desmarca abiertamente de la línea defendida por España y Francia, que mantienen su apoyo al calendario de descarbonización acordado en Bruselas.

La carta, dirigida a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, reclamará una “normativa abierta a la tecnología” que permita seguir matriculando vehículos híbridos enchufables y motores de combustión altamente eficientes más allá de 2035. “Pido a la Comisión que revise ahora la normativa de flotas de la UE como apuesta central para el futuro de la industria automovilística europea”, afirmó Merz en una comparecencia tras la reunión de la coalición gubernamental.

Alemania rompe el consenso europeo

El canciller justificó su decisión aludiendo a la “situación precaria” del sector automotriz alemán, presionado por la competencia china y por un calendario de electrificación que la industria considera poco realista. Aunque Merz subrayó el “compromiso inquebrantable” de Alemania con los objetivos climáticos, insistió en que deben alcanzarse “sin excluir ninguna tecnología” y preservando “los puestos de trabajo en Europa y, especialmente, en la industria automovilística alemana”.

El acuerdo dentro del Gobierno alemán no ha sido sencillo. Si bien los conservadores defendían desde hace meses un replanteamiento del calendario, los socialdemócratas —su socio menor de coalición— se mostraban divididos. Finalmente, ambos partidos pactaron pedir excepciones para híbridos enchufables y motores térmicos avanzados, alineándose con las reivindicaciones de los Länder, que ya habían reclamado la flexibilización de la normativa hace semanas.

Bruselas prepara su respuesta

La carta de Berlín llega en un momento clave: el 10 de diciembre la Comisión Europea presentará un paquete de medidas destinado a reforzar la competitividad de la industria automovilística. El movimiento alemán, que tiene el apoyo de los gobiernos regionales, pretende influir en la revisión de la normativa antes de que se cierre la nueva hoja de ruta.

Merz sostiene que el objetivo no es frenar la transición ecológica, sino hacerla viable. “Queremos alcanzar los objetivos climáticos, pero queremos alcanzarlos con una movilidad que preserve también la competitividad industrial”, dijo. Según el canciller, flexibilizar el veto permitirá evitar sanciones económicas derivadas del incumplimiento y garantizará una transición “justa y equilibrada”.

Nuevos subsidios para coches eléctricos e híbridos

En paralelo a su ofensiva regulatoria, el Gobierno alemán anunció un nuevo programa de ayudas para estimular la compra de vehículos eléctricos e híbridos enchufables por parte de familias con ingresos bajos y medios. El plan incluirá una subvención de 3.000 euros, ampliable en 500 euros por hijo hasta un máximo de 1.000 euros adicionales. El programa podría ponerse en marcha a principios del próximo año.

Según el ministro de Finanzas, Lars Klingbeil, los hogares con ingresos inferiores a 80.000 euros anuales serán los principales beneficiarios, mientras que los de muy bajos ingresos podrían recibir ayudas aún mayores.

Críticas de los ecologistas

Las organizaciones medioambientales reaccionaron con dureza a la maniobra alemana. Transport & Environment acusó al Gobierno de “aferrarse al pasado” y de comprometer los avances logrados en electrificación. “Quien piensa que Alemania podrá garantizar empleo y creación de valor con una tecnología de combustión ya obsoleta está cerrando los ojos a la realidad”, afirmó Sebastian Bock, su director en Alemania.

Hoy destacamos