El último Gran Premio de España de Fórmula 1 que se celebra en el Circuit de Barcelona-Catalunya fue un éxito en muchos aspectos, pero suspendió de nuevo en la movilidad, su gran punto débil. En la pista, todo fue a la perfección, como de costumbre. McLaren, con Piastri y Norris, dieron otra lección a sus perseguidores ante más de 300.000 espectadores durante todo el fin de semana. Son dos buenas fotos ante la negociación de una posible prórroga del contrato de la F1 en Montmeló que contrastan con el gran colapso sufrido por decenas de miles de automovilistas.
El gran atasco no se vivió en las carreteras, en las que hubo retenciones más bien moderadas, gracias a la llegada temprana de muchos aficionados. Pero al acabar la carrera, los aparcamientos se convirtieron en trampas en las que los coches quedaron atrapados durante alrededor de dos a tres horas solo para poder salir de los descampados y acceder a la carretera.

Gran atasco en el Circuit de Barcelona-Catalunya / @carboxicilina
Indignación por el párking de Montmeló
Las redes sociales se han llenado de las quejas de los aficionados indignados con la mala organización de los accesos y la circulación en los aparcamientos, que tenían un coste de casi 50 euros para poder estacionar el vehículo en descampados o prados situados a más de media hora andando del circuito. Los trabajadores reclutados por la empresa subcontratada por el Circuit se repartían entre la búsqueda de la invisibilidad apartándose de los puntos calientes o bien mostraban su ignorancia e impotencia sobre lo que hacer.
Ante las quejas de los usuarios después de más de un hora completamente parados en el mismo punto, algunos empleados de asistencia echaban la culpa a la regulación del tráfico de los Mossos, que creaban un gran embudo en las salidas de los párkings. El efecto práctico fue que se esquivaron las temidas grandes retenciones en las carreteras al acabar el GP de España porque la salida de los vehículos de los aparcamientos se fue dosificando como consecuencia del gran atasco.
En mi parte no tanto pic.twitter.com/dZtFJ9tjfF
— Nyarlathotep (@Georgicg92) May 31, 2025
Dos horas y 35 minutos para 21 km
En nuestro caso, el registro del coche marcaba la realidad: dos horas y 35 minutos para recorrer 21 kilómetros a la salida del párking del circuito en Montmeló. Para agravar la sensación de impotencia, decenas de helicópteros iban y venían transportando a la clase alta de los aficionados de la F1, que se saltaron los atascos, al igual que las comitivas oficiales de las numerosas autoridades que acudieron a recorrer el 'paddock' en una jornada decisiva para las aspiraciones del Circuit de Barcelona-Catalunya de competir con Madrid, que a partir de 2026 llevará el nombre de GP de España.
Eso obligará a rebautizar la carrera que se celebrará en Montmeló en 2026, que podría llamarse igual que el circuito, GP de Barcelona-Catalunya. "Creo que el nombre de Catalunya tendría que figurar en el nombre del Gran Premio, pero lo estamos discutiendo y quiero ser discreto y prudente”, aseguró Salvador Illa, presidente de la Generalitat, principal contribuyente a las arcas del circuito por delante del Ayuntamiento de Barcelona.
Una mancha en la negociación de la F1 en Barcelona
Illa ha asegurado que la negociación con Liberty Media para alargar la F1 en Montmeló avanza: "Soy realista, pero estamos trabajando bien. A partir de aquí: prudencia y trabajo, sobre todo trabajo que es lo que estamos haciendo". “Este es un acontecimiento que nos permite mostrar lo mejor de Cataluña y que, además, nos deja riqueza y prosperidad”, ha comentado Illa, quien ha insistido que desde la Generalitat tienen “magníficas vibraciones” sobre las negociaciones. “He tenido la ocasión de hablar con los responsables del Gran Premio, con las autoridades, el alcalde de Montmeló... y me han trasladado que todo está funcionado muy bien a día de hoy", indicó el President.
Todo menos la movilidad. Además de no contar con el apeadero de la línea de tren en el circuito, los aparcamientos han generado más indignación que la última maniobra de Verstappen contra Russell, o la misma impotencia que sufrieron Fernando Alonso (nuevo embajador de Montmeló) y Carlos Sainz con su noveno puesto y la posición 14, respectivamente. Menos mal que el aire acondicionado del coche permitía paliar una temperatura inusualmente alta de 35 grados y que la banda sonora, con canciones como I Will Survive de Gloria Gaynor, permitían mantener la esperanza en que era posible salir del parking / ratonera del Circuit de Barcelona-Catalunya.