La seguridad vial no es sólo un problema de salud de las víctimas de accidentes de tráfico, sino también de costes. De ahí que las aseguradoras de Estados Unidos se hayan unido para ir un paso más allá en la exigencia a los fabricantes de automóviles. Un nuevo crash test ha puesto en un serio aprieto a algunas de las berlinas de lujo, principalmente de marcas alemanas y japonesas.
La prueba ideada por el Instituto Asegurador para la Seguridad en Carretera (IIHS en sus siglas en inglés) se sale de los test estandarizados tanto por la autoridad de tráfico de Estados Unidos (NHTSA) como por EuroNcap en Europa. Consiste en un choque frontal en una esquina del coche a 40 millas por hora (64,3 kilómetros por hora) contra un obstáculo fijo. La diferencia con la prueba estándar es que la zona del impacto es mucho más lateral, precisamente para buscar lo que consideran que suele ser un punto débil incluso de los automóviles mejor preparados.
De las 11 berlinas de gama alta sometidas al choque, sólo tres lograron un buen resultado. En la lista buena se encuentran el Acura TL y el Volvo S60, con la nota más alta, seguidos por el Infiniti G, con un resultado aceptable. En la mitad de la tabla se sitúan los modelos Acura TSX, BMW serie 3, Lincoln MKZ y el Volkswagen CC, con una calificación marginal. Por último, los peores resultados son para algunos pesos pesados: Mercedes clase C, Lexus IS 250/350 Audi A4 y Lexus ES 350.
La información difundida a mediados de agosto sobre los resultados de la prueba van acompañados de todo tipo de detalles y vídeos con todos los choques. Algunas imágenes son estremecedoras al mostrar al dummy completamente atrapado en un habitáculo deformado por la colisión. Las lesiones más frecuentes de las simulaciones son graves fracturas y golpes en pies y piernas por atrapamiento.
Reacción de los fabricantes
Algunas de las marcas peor paradas han tenido que salir al paso prometiendo cambios en las esquinas delanteras de sus modelos, aunque advierten de que reforzar el pilar A (que delimita el habitáculo por delante) y la separación con la parte frontal tendrá inconvenientes como un aumento del peso y, por tanto, mayor consumo.
El IIHS ha empezado deliberadamente la aplicación de los nuevos criterios más exigentes con berlinas que obtienen algunos de los mejores resultados en las pruebas estándar de seguridad. Pero hay varios factores llamativos. La primera hornada de colisiones ha incluido a las marcas alemanas y a las japonesas, las principales competidoras de las norteamericanas y que cada vez dominan una mayor porción del mercado automovilístico de EEUU. Solo hay una marca norteamericana, Lincoln, en manos de Ford.
Aunque el instituto ha anunciado que ampliará la lista de modelos sometidos a la prueba con algunos made in USA, de momento ha cubierto con una mancha de sospecha a algunas de las berlinas extranjeras más competitivas en Estados Unidos. El organismo, que se proclama como "independiente" aunque está financiado por las aseguradoras, no oculta que su principal objetivo es promover la seguridad vial y orientar a los consumidores.
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