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Probamos el Mercedes Clase S, la alfombra voladora

La tecnológica berlina de lujo incorpora innovaciones como airbags traseros, inteligencia artificial avanzada y 10 programas de masaje

Nuevo Mercedes Clase S en la toma de contacto de Coche Global

Nuevo Mercedes Clase S en la toma de contacto de Coche Global

Ana Montenegro

23.11.2020 00:21h

5 min

Cuando te pones al volante del nuevo Mercedes Clase S empiezas a pensar que quizás habría sido mejor ser chófer de alguna estrella de rock. La experiencia es estimulante en todos los sentidos. El asiento no puede ser más confortable, incluso tiene un pequeño cojín para la nuca y un ajuste perfecto que se consigue con los mandos eléctricos que están en la puerta. El volante también se puede ajustar eléctricamente. Con el mayor confort ya podemos arrancar.

El nuevo Clase S de Mercedes, el modelo más alto de gama de la marca de la estrella (bueno por encima está la versión Maybach) crece ligeramente con respecto a su antecesor que ha estado 10 años en el mercado y del que se han vendido más de medio millón de ejemplares. El nuevo mide 5,27 metros de largo, lo que supone 54 mm más que el precedente y alcanza los 5,28 metros la versión con batalla larga, que en la anterior generación representó 9 de cada 10 unidades vendidas. Esto es debido a que la mayoría de los clientes lo utilizan como vehículo de representación y lo conduce un chofer. La batalla larga deja más espacio en las plazas traseras, donde realmente va el propietario.

La batalla ha crecido incluso más, 71 mm hasta los 3,10 metros y 3,21 en la versión más grande. Ambas tienen una altura de 1,50 metros y 1,95 de ancho que puede variar unos milímetros entre las versiones que tienen los tiradores de apertura de las puertas al ras de la carrocería. Salen al presionar la apertura de la llave.

Motores de arranque

En el mercado español contará inicialmente con tres motorizaciones de seis cilindros, dos diésel, una de 286 caballos con un par máximo de 600 Nm y otra de 330 caballos con 700 Nm de par. Este último motor lleva tracción integral, mientras que en el menos potente es opcional. El tercer motor es un gasolina 4 Matic (tracción integral) con una potencia de 435 caballos y un par máximo de 700 Nm. Incluye un sistema de electrificación básico que actúa en el arranque y cuando se requiere un incremento de potencia se activa el EQ Boost que aorta teporalmente250 Nm adicionales y 22 caballos. 

Este fue el motor que pude probar del que sorprende su suavidad y la estabilidad del vehículo en cualquier situación. A bajas velocidades es normal, pero no tanto cuando se pisa a fondo el acelerador, que sigue respondiendo de forma suave y estable pese a desplegar toda su potencia. Lo mismo pasa con las frenadas que siempre son progresivas y suaves. Es como un alfombra mágica. Así es muy fácil llevar tranquilamente al jefe detrás. El cambio es automático de 9 velocidades y se acciona, como en todos los Mercedes, con una pequeña y discreta palanca en la parte derecha tras el volante.

La gama de motores se irá ampliando en los próximos meses con un V8 con ISG (alternador arrancador integrado) de 503 caballos y 700 Nm de par. A lo largo del próximo año estrenará también un híbrido enchufable, con una autonomía de 100 km y con la batería situada bajo los asientos de las plazas traseras, con lo que no se penaliza el maletero de 550 litros, 20 más que la generación precedente.

El coche inteligente

Pero quizás en este modelo más que de los motores lo sorprendente son las innovaciones tecnológicas y la inteligencia que embarca antes de que entre ningún humano. Cuando conecté mi teléfono al coche me pidió una autentificación para acceder a mi agenda. Lo innovador es que ahora además del PIN, se puede hacer con la huella dactilar, reconocimiento facial y de voz, o la combinación de todos ellos. 

La clave es que introduce la segunda generación de MBUX (Mercedes-Benz User Experience), el sistema de inteligencia artificial de Mercedes que en este modelo incluye cinco pantallas, la más grande en la consola central, además de una extraíble como una tablet,  visualización 3D en la que está frente al conductor tras el volante o realidad aumentada, por ejemplo en la navegación y en el display proyectado en el parabrisas frente al conductor. 

El reconocimiento por voz cubre ahora todo el vehículo, desde cualquier plaza se puede solicitar algo a ‘Mercedes’ y el sistema detecta quien lo está pidiendo y se ajusta a su plaza, por ejemplo, variar la temperatura de la climatización o el sonido. También se pueden compartir contenidos entre las plazas traseras y delanteras o conectarse con la domótica de casa para que el sistema apague o encienda luces o la calefacción.

Mercedes ha hecho un enorme esfuerzo para que el interior mantenga un estilo elegante y clásico aunque, al mismo tiempo, está lleno de tecnología. La iluminación ambiental realizada con cables de fibra óptica tiene 250 leds, uno cada 1,6 cm. Los asientos de las plazas trasera montan 19 motores para ajustes, masaje y ventilación, este coche es casi una sauna porque tiene 10 programas de masajes diferentes. La temperatura es otro elemento de confort así que 17 motores gestionan el ajuste de la climatización por zonas en las plazas delanteras y 20 en las traseras.

Airbag frontal trasero

Al máximo equipamiento de seguridad conocido, el nueva Clase S suma dos elementos nuevos. Uno de ellos es el airbag frontal para las plazas traseras, una novedad que ha supuesto un complejo desarrollo porque tiene que proteger a personas de diferentes envergaduras, incluso niños. Al inflarse puede alcanzar un volumen de entre 16 y 70 litros. Otro novedoso e interesante elemento de seguridad es la posibilidad de elevar la carrocería hasta ocho centímetros en décimas de segundo para proteger a los ocupantes en caso de impacto latera.

Aunque es muy ágil, para facilitar las maniobras marcha atrás cuenta con un eje trasero directriz que reduce dos metros el diámetro de giro gracias a conseguir un ángulo de orientación de las ruedas de hasta 10 grados. Pese a su longitud gira en el mismo espacio que un Clase A.

Aún más atractivo de este coche por su futurismo es el nivel de autonomía de conducción que podría llegar a tener en el caso de que las legislaciones de los países lo permitan. Por ejemplo, circular sin intervención del conductor en un atasco en autopista si no se superan los 60 km/h. Esto quizás será posible el próximo año en Alemania. O buscar aparcamiento dentro de un garaje y aparcar para luego acercarse al conductor cuando lo reclama. Esto exige además una infraestructura específica en el aparcamiento.

En el mercado español el nuevo Clase S ya está a la venta, aunque las primeras unidades llegarán a los concesionarios en enero de 2021. El precio arranca en los 108.150 euros. 


Este modelo es uno de los finalistas en el Premio Best Car Coche Global 2020

 

 

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