El desarrollo del coche eléctrico va demasiado lento en España, según ha advertido Volkswagen, el grupo automovilístico líder en Europa y el segundo del mundo. El presidente de Volkswagen Group España Distribución, Francisco Pérez Botello, ha destacado los avances en movilidad eléctrica en España, pero ha enumerado las reformas que se necesitan para "acelerar la adopción del coche eléctrico para preservar la libertad de movilidad individual".
"Lo que necesitamos es acelerar la adopción del vehículo eléctrico y necesitamos que todo el mundo reme con el sector del automóvil, que ha aumentado sustancialmente su oferta", ha indicado Pérez Botello en un encuentro con periodistas en Madrid para hacer balance del año 2021 y avanzar las previsiones para 2022.
Para el directivo del grupo VW en España, tanto la marca alemana (que suma 12 eléctricos y 23 híbridos enchufables junto a Skoda y Audi) como buena parte de los competidores han aumentado sustancialmente su oferta de coches eléctricos e híbridos enchufables en el mercado, por lo que considera que, en general, el sector ya está haciendo los deberes y se está preparando para el salto en la movilidad eléctrica. Sin embargo, hay otras patas sobre las que se sustenta la movilidad eléctrica que no están igual de desarrolladas.
Déficits de la electromovilidad
En primer lugar, España tiene un importante déficit de puntos de carga que den tranquilidad a los usuarios de los vehículos propulsados por baterías. Según Pérez Botello, el país tiene que dar un salto desde 13.000 puntos de carga públicos en la actualidad a 70.000 a final de 2022, algo que parece muy difícil a estas alturas. La ventaja es que, según el directivo, la Administración está haciendo bien los deberes y citó el decreto aprobado en diciembre de 2021 para agilizar la instalación de enchufes mediante una declaración responsable previa del promotor. Hasta ahora, un punto de carga público requería una tramitación de varios meses o años para lograr los permisos correspondientes. "Tenemos que apretar a fondo del acelerador para conseguirlo", ha advertido Francisco Pérez Botello.
La segunda palanca es, a su juicio, hacer el vehículo eléctrico más accesible. "Tenemos que aprender de Noruega, donde el 80% de los coches que se venden son electrificados", ha asegurado. Eso pasa por transformar los incentivos del Plan Moves 3 en una reforma fiscal que reduzca el IVA, derogue el impuesto de matriculación y cre un tributo vinculado al CO2 emitido.
"La reforma fiscal que proponemos es que los vehículos más contaminantes paguen más en la transición. El nuevo impuesto del CO2 que permitiría más recaudación que el de matriculación", ha afirmado el presidente de Volkswagen Group España Distribución. "La reforma fiscal -añadió- tiene gran complejidad técnica porque hay impuestos en manos de las comunidades. Hay muchos factores que pueden influir, hace dos años que se hizo la propuesta y la receptividad fue buena. Es complicado abrir este melón".
Pendientes del PERTE
En ese contexto, no tiene sentido, según Pérez Botello, hacer una reforma parcial como en Cataluña, que ha creado el impuesto sobre el CO2 pero manteniendo el resto de tributos, lo que está ahuyentando las matriculaciones de empresas de flotas.
Para el directivo, el Plan Moves 3 "era el mejor plan posible pero hay que seguir trabajando para hacer algo que tenga más consistencia", como la reforma fiscal que plantean de forma conjunta los fabricantes a través de Anfac. "El nuevo marco fiscal sería lo más inteligente y sería homogéneo".
En ese contexto, la adjudicación del PERTE del vehículo eléctrico al que opta Seat y Volkswagen para producir coches eléctricos en Martorell y Pamplona está todavía pendiente de trámites y para pronunciarse sobre el mismo, según Pérez Botello, "hay que esperar a la convocatoria de las ayudas".
Después de vender 135.000 vehículos de Volkswagen, Audi y Skoda en España en 2021 (un 2,4% menos que en 2020), el grupo alemán trabaja con unas previsiones de una mejora del mercado español en su conjunto del 16%, hasta un millón de vehículos. De esos coches, un 10% serán electrificados, un porcentaje similar al que espera VW en sus ventas. El grupo espera que en 2030, el 60% de ventas en Europa sean eléctricos.
Ese mejora de las ventas será un balón de oxígeno para los alrededor de 150 concesionarios del grupo en España, que en 2021 tuvieron una rentabilidad media del 1,4% sobre una facturación que bajó. Pérez Botello ha mostrado su confianza en la red de concesionarios, que prevé que se mantenga estable al haber hecho un ajuste años atrás. Eso sí, a partir de 2023 cambiarán el contrato a uno de agencia para la venta de los vehículos eléctricos pero con la finalidad de mejorar las ganancias de los distribuidores.
