Fisker encara la recta final para el lanzamiento en Europa de su primer SUV eléctrico Ocean aunque con algunas dificultades. La compañía registró unas pérdidas de 105,97 millones de dólares (103,89 millones de euros al cambio actual) en el segundo trimestre del año, lo que supone más que duplicar (+129,3%) las pérdidas de un año antes, según los datos de la compañía.
Las pérdidas operativas de la empresa estadounidense ascendieron a 88,7 millones de dólares (86,9 millones de euros) en los últimos tres meses, un 66,9% más en la comparativa interanual, mientras que la facturación de Fisker se redujo un 62,96%, con 10.000 dólares (9.798 euros) frente a los 27.000 (26.456 euros) de un año antes.
La compañía destacó que se han agotado los 5.000 pedidos anticipados de la edición de lanzamiento del Fisker Ocean One, garantizados con pagos iniciales de 5.000 dólares (4.899 euros), lo que supondría una facturación potencial de 350 millones (324,5 millones de euros) una vez se entreguen todos los vehículos.
Retoque de algunas piezas
Fisker comenzará a producir el modelo Ocean el próximo 17 de noviembre. Las reservas del Fisker Ocean ascendían a más de 56.000 a fecha de 1 de agosto de 2022, un 24,4% más, si se compara con las 45.000 del primer trimestre, y un 80,6% si se hace con las 31.000 del cuarto trimestre del año pasado.
"La calidad del prototipo todavía necesita mejorar antes de que lleguemos a la producción en serie, ya que varias piezas son prototipos lanzados al mercado con anterioridad, pero esto nos da tiempo para perfeccionarlas aún más. Con la fuerte demanda de nuestros vehículos, esperamos la siguiente fase de nuestro emocionante plan de crecimiento", ha apuntado el presidente y consejero delegado de Fisker, Henrik Fisker.