Industria

UGT denuncia la destrucción de 35.000 empleos por la crisis del diésel

La crisis del diésel y el nuevo test de emisiones WLTP se han llevado por delante casi 35.000 puestos de trabajo en el conjunto de la industria del automóvil de España

Un trabajador de la fábrica de Renault de Palencia

Un trabajador de la fábrica de Renault de Palencia

Redacción Coche Global

20.09.2018 20:50h

2 min

La crisis del diésel y el nuevo test de emisiones WLTP se han llevado por delante casi 35.000 puestos de trabajo en el conjunto de la industria del automóvil de España, según denuncia la Federación de Industria de UGT (UGT FICA). El sindicato insta al Gobierno a proteger el sector para evitar que continúe la destrucción de empleo. Se trata de la primera cuantificación que se hace de los efectos en las plantillas del desplome de las ventas de vehículos diésel y de la entrada en vigor de los nuevos controles de emisiones de gases WLTP. La cuantificación sale de una reunión mantenida por representantes del sindicato en todas las fábricas de automoción del país, que se reunieron ayer con el responsable sectorial de UGT FICA, Jordi Carmona.

"Esta presión sobre el diésel, unida a la nueva directriz sobre homologaciones de motores, ha supuesto hasta el momento la pérdida de cerca de 35.000 puestos de trabajo a nivel nacional, por lo que exigimos una transición coherente y pausada articulada en torno a un Pacto de Estado por la Industria que frene esta sangría de pérdida de empleo en el sector", afirma la central sindical en un comunicado.

El sindicato reclama un plan industrial urgente

La sangría en el empleo que denuncia UGT se concreta en la supresión de algunos turnos de trabajo en plantas de producción y en las factorías que les suministran componentes. Para el sindicato, es urgente poner en marcha un plan industrial para afrontar los retos de futuro del sector y en el que los agentes sociales tengan una participación activa. En caso de que no llegue ese plan para ayudar a la industria o que se tomen medidas lesivas para el tejido productivo, supondrá un "riesgo potencial" para los más de dos millones de puestos de trabajo directos e indirectos con que cuenta el sector en España.

El sindicato advierte de que "no descarta emprender las acciones que considere necesarias para salvar la industria del motor y sus puestos de trabajo". La lista de deberes que el sindicato pone al Ejecutivo incluye también como prioridad la recuperación del contrato de relevo adecuado para el sector, un plan de formación orientado a nuevas tecnologías, un plan de movilidad, energético, crear una red de centros de fabricación de baterías, de puntos de carga, mantener incentivos a la compra de vehículos e incentivar las empresas que inviertan en nuevas tecnologías.

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