Ford, una marca arraigada en Detroit (Michigan), quiere echar raíces en el nuevo polo de automoción alrededor del río Mississippi. El inicio de la construcción de Blue Oval City de Ford en Tennessee supone un hito en la compañía ya que se trata de una planta que será un buque insignia de la electromovilidad.
La nueva planta de Ford en Tennessee estará dedicada a la fabricación de todocaminos eléctricos y de baterías avanzadas. Requerirá una inversión de 5.600 millones de dólares y generará 6.000 nuevos puestos de trabajo cuando inicie su producción en 2025.
Una megafábrica
La empresa con sede en Dearborn (Michigan) ha levantado recientemente las estructuras de acero de la planta, tras varios meses en los que se ha dedicado a los cimientos, la eliminación de rocas y el movimiento de suelos.
Hasta ahora, ha sido necesario mover más de 4,2 millones de metros cúbicos de suelo, lo suficiente para llenar aproximadamente 34.500 piscinas domésticas. Se han colocado casi 370.000 toneladas de piedra, el peso de más de 1.600 Estatuas de la Libertad. Además, se han instalado más de 4.600 cimientos profundos, que suman la altura de aproximadamente 176 Torres Eiffel.
"Construyendo el futuro"
El inicio de las obras de construcción de esta instalación se produce menos de un año después de que Ford y SK On anunciaran que realizarían una inversión de 5.600 millones de euros para la fabricación en Tennessee de un todocamino eléctrico nuevo y de baterías avanzadas para los nuevos modelos de las marcas Ford y Lincoln.
"Estamos construyendo el futuro justo aquí, en el oeste de Tennessee. Esta planta será el ejemplo de las futuras plantas de fabricación de Ford y permitirá a la empresa ayudar a liderar el cambio de Estados Unidos hacia vehículos eléctricos", ha indicado el director de nuevas construcciones de Ford, Eric Grubb.
Ford aspira con esta fábrica alcanzar su objetivo de producir dos millones de vehículos eléctricos al año para 2026.
