Desde este viernes 15 de septiembre, unos 150.000 trabajadores juegan al gato y al ratón con los tres grandes fabricantes de vehículos de Estados Unidos en la primera gran huelga de la industria de automoción de ese país. De momento, el sindicato UAW ha actuado con astucia mediante lo que denomina una "huelga selectiva" en la que irá decidiendo día a día qué fábricas paran para tener en ascuas a los directivos de General Motors, Ford y Stellantis, que integra a Chrysler.
Tras el vencimiento de los convenios colectivos de los tres grandes fabricantes de EEUU sin un acuerdo, el presidente del sindicato United Auto Workers (UAW), Shawn Fain, anunció el inicio de los paros selectivos. Los primeros centros en ir a la huelga son los trabajadores de las plantas de montaje de GM de Wentzville (Misuri), de la factoría de Stellantis de Toledo (Ohio) y de la factoría de Ford de Michigan.
Primera huelga conjunta
"Por primera vez en la historia, declararemos huelgas al mismo tiempo en las tres (compañías). Estamos usando una nueva estrategia, la huelga selectiva", explicó Fain en directo a través de Facebook Live. "Los que no han sido convocados a la huelga seguirán trabajando con el convenio colectivo expirado. Esta estrategia mantendrá las compañías dudando. Dará a nuestros negociadores la máxima capacidad y flexibilidad para negociar", añadió Fein.
En el otro lado del conflicto, los trabajadores de las tres compañías deben estar listos para unirse a la huelga en cualquier momento en que sean convocados, según indicó el líder sindical. Las plantillas de Ford, Stellantis y General Motors mostraron en una votaciones en sus plantas un apoyo casi absoluto a la convocatoria de huelga para reclamar mejoras en el nuevo convenio. Las votaciones realizadas han dado como resultado un respaldo que supera el 90% en la mayoría de referéndums y que roza el 100% en algunos casos.
UAW y los tres grandes fabricantes de automóviles de Estados Unidos llevan desde julio negociando un nuevo convenio colectivo que regirá sus relaciones laborales durante los próximo cuatro años. Las posturas están todavía muy distanciadas. El sindicato inició las negociaciones con una petición de subidas salariales del 46% en cuatro años, la instauración de nuevo pensiones tradicionales, la reducción de la jornada laboral a 32 horas y la sindicalización de los trabajadores de las fábricas de producción de baterías.
Aumento salariales del 20%
Ford y GM han ofrecido aumentos salariales del 20% distribuidos en los próximos cuatro años, mientras que Stellantis se ha quedado en un 17%, unas ofertas que UAW considera absolutamente insuficientes.
Una huelga de 10 días en toda la industria tendría un coste de 5.000 millones de dólares (4.599 millones de euros), según un estudio realizado por lnderson Economic Group (AEG). El estudio estima que una huelga de diez días le costaría a los trabajadores afiliados a UAW 859 millones de dólares en pérdida de salarios. Para las empresas, el costo sería de 989 millones de dólares. El resto de las pérdidas, hasta llegar a los 5.000 millones de dólares, serían sufridas por trabajadores y empresas que dependen de los tres grandes fabricantes estadounidenses.
