La tormenta arancelaria desatada por la administración Trump también ha golpeado con fuerza a Honda, aunque el fabricante japonés ha logrado contener parte del impacto gracias a su diversificación productiva. Hasta el punto de que ha anunciado una revisión al alza de sus previsiones anuales que suaviza la caída temida.
Honda Motor anunció que su beneficio neto cayó un 50,2 % entre abril y junio, primer trimestre de su ejercicio fiscal, hasta los 196.670 millones de yenes (1.150 millones de euros). La caída fue también pronunciada en su beneficio operativo, que se desplomó un 49,6 % hasta los 244.170 millones de yenes (1.430 millones de euros), lastrado por la apreciación del yen y, sobre todo, por los nuevos aranceles estadounidenses del 27,5 % a los automóviles importados desde Japón.
El beneficio caerá menos de lo esperado
Honda prevé vender 21,3 millones de motocicletas y 3,62 millones de automóviles durante el ejercicio, lo que refleja su confianza en la recuperación de la demanda a pesar del entorno volátil.
El impacto directo de estos aranceles en las cuentas del trimestre se estima en 125.000 millones de yenes (727 millones de euros), según informó la propia compañía. A pesar del complicado entorno, la empresa confía en que el escenario mejore en los próximos meses con el arancel del 15% en lugar del 25% anterior. Ha revisado al alza sus previsiones para todo el ejercicio fiscal, que finaliza en marzo de 2026, y ahora estima un beneficio operativo de 700.000 millones de yenes (4.100 millones de euros) y una facturación de 21,1 billones de yenes (123.480 millones de euros), aunque reconoce que aún espera validar el impacto real del nuevo acuerdo comercial con EE. UU.
Diversificación que amortigua
Frente a sus rivales japoneses más expuestos, Honda ha logrado mitigar el daño gracias a su estructura industrial. La compañía fabrica la mayoría de sus vehículos para EEUU en Canadá y México, y solo exporta un volumen limitado desde Japón. Este enfoque le ha permitido acogerse parcialmente a las ventajas del acuerdo T-MEC.
Además, su fuerte presencia en el mercado de motocicletas —con más de 5,1 millones de unidades vendidas a nivel global en el trimestre, un 1,6 % más que en 2024— ha ayudado a amortiguar los efectos negativos. Sin embargo, las ventas de automóviles cayeron un 3,5 %, hasta 839.000 unidades, debido principalmente a una debilidad persistente en China y otros mercados asiáticos.
En EEUU, donde los aranceles tienen mayor incidencia, Honda vendió 457.000 automóviles, 51.000 más que en el mismo periodo del año anterior, lo que confirma su peso creciente: el mercado norteamericano representa ya el 41 % de sus ventas globales, frente al 26 % en 2022.
La facturación total de Honda cayó un 1,2 % en el trimestre, hasta los 5,34 billones de yenes (31.250 millones de euros). A esto se sumaron efectos negativos del tipo de cambio, debido a la fortaleza del yen frente al dólar, y una menor rentabilidad en su rama de servicios financieros.