Aunque los presidentes de Seat suelen estar pocos años en el cargo, la continuidad en la cúpula directiva ha sido posible gracias a Francisco Javier García Sanz. El hasta hace unos días vicepresidente de compras del grupo Volkswsgen y el valedor de Seat como presidente del consejo de administración desde 2007 se ha despedido de la plantilla de la marca española con una carta en la que felicita a los trabajadores por su "fortaleza y ahínco" durante una larga travesía del desierto hasta llevar a la firma a un récord de beneficios. "En estos años he podido observar la valía de quienes formáis parte de esta compañía y he admirado vuestra fortaleza y ahínco por revertir la situación, por mantener la empresa a flote y mejorar su posición", afirma Francisco Javier García Sanz en el texto remitido a los más de 14.000 empleados de Seat. "Vuestros esfuerzos nos han permitido -añade el directivo- hacer de Seat la compañía que es hoy: una empresa rentable que se sitúa entre las que más crecen de Europa y que está preparada para dar el salto al siguiente nivel".
Las batallas de Paco en Wolfsburg
García Sanz, más conocido en los despachos de Martorell y de Wolfsburg como Paco, conoce perfectamente lo que es el "ahínco" en la defensa de Seat frente a una cúpula de Volkswagen a la que se le estaba acabando la paciencia con el "farolilo rojo" o la "hija enferma" como se llegó a calificar a la marca española en los peores años de abultadas pérdidas que mermaban las pingües ganancias del resto de marcas. Paco se tuvo que emplear a fondo para evitar que los anteriores presidentes de Volkswagen Bern Pischetsrieder y Martin Winterkorn desconectaran la respiración asistida a Seat. Francisco Javier García Sanz flanqueado por James Muir y Jurgen Stackmann.[/caption] La despedida de García Sanz, el directivo más veterano en una misma responsabilidad en Volkswagen, ha sido tan o más sorprendente que la de Matthias Müller al frente de la multinacional. El directivo español fue renovado en su responsabilidad de compras en 2015 por cinco años, hasta 2020, justo en el momento en el que recibió el delicado encargo de solventar las secuelas del dieselgate en EEUU.
Polémicas en Cataluña
En los últimos años, Paco, un madridista declarado, se ha visto involucrado en varias polémicas derivadas del conflicto político de Cataluña, como cuando aseguró, en un ambiente distendido, que Seat no tenía ningún modelo con nombre de ciudad catalana porque es una marca española. Unos años después, y tras una selección previa a cargo de expertos y una votación popular, Seat decidió poner el nombre de Tarraco (la Tarragona romana) a su futuro SUV grande.