Industria

Lo que esconde el seísmo en la cúpula de Ford

Mark Fields, el alto directivo ha sido víctima de dos riadas: la de la bolsa, que no perdona una caída del 40% y la del rumbo hacia la nueva movilidad

El presidente de Ford, Mark Fields

El presidente de Ford, Mark Fields

Redacción Coche Global

23.05.2017 09:13h

2 min

Ford ha sufrido un seísmo de gran magnitud que ha supuesto el cese fulminante del hasta ahora consejero delegado, Mark Fields. El alto directivo ha sido víctima de dos riadas: la de la bolsa, que no perdona una caída del 40% durante sus tres años de mandato, y la del rumbo hacia la nueva movilidad. O las dos juntas.

¿En qué se parecen un coche y un mueble?

El heredero del imperio Ford, Bill Ford, ha actuado de forma drástica y sin miramientos. El viernes pasado tomó la decisión y el lunes la ha ejecutado con la destitución de Fields y el nombramiento en su lugar de Jim Hackett, un directivo más viejo y con una amplia experiencia en la transformación de Steelcase, un fabricante de mobiliario de oficina. En una entrevista en el diario The Wall Street Journal, Hacket aseguraba que el nexo entre la automoción y los fabricantes de muebles era "el diseño".

Pérdida de confianza

El movimiento sísmico es la punta del iceberg de tendencias de fondo en el segundo fabricante norteamericano de automóviles. Algunas de esas tendencias son públicas, como la insatisfacción por la velocidad en la entrada de Ford en el terreno digital, y otras quedan ocultas, como la evidente pérdida de confianza en Fields, que abandona la compañía. Hackett ha podido forjar una buena relación con Bill Ford, a quien reportaba directamente como director ejecutivo del área de nueva movilidad.

Fields, un habitual en el Mobile de Barcelona

Puede resultar un sarcasmo que Mark Fields, uno de los directivos más dinámicos y aparentemente más enfocado hacia la transformación digital haya sido víctima de la lentitud que le reprochan sus críticos. Fields era un conferenciante habitual en eventos tecnológicos como el CES de Las Vegas o el Mobile World Congress de Barcelona, en los que disertaba, abonado a la moda del 'sincorbatismo', sobre el futuro de la movilidad y las oportunidades y riesgos que suponía para la industria del automóvil. En una de sus intervenciones más recientes, Fields resumía su objetivo en Ford: "Estamos incubando la movilidad del futuro". Lo que no intuía era que no vería el nacimiento de esa criatura que estaba incubando. 

Wall Street no perdona

El objetivo estaba claro y Fields había tomado decisiones para alinear la centenaria compañía con los retos del sector. Pero a costa de cuantiosas inversiones que han mermado drásticamente la rentabilidad de los accionistas, algo que Wall Street no puede pasar por alto. Y más si Tesla, un fabricante de coches eléctricos que acaba de llegar al sector pero que ya supera en valor bursátil a Ford y General Motors. Es la doble riada de la bolsa y de la nueva movilidad.

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