La Generalitat de Cataluña ha celebrado su propia cumbre de automoción con unos 200 representantes de un sector en transformación. El presidente catalán, Pere Aragonès, ha destacado la "labor proactiva" del Govern para impulsar la adaptación de la automoción a la electrificación, mientras que el presidente de Anfac y de Seat, Wayne Griffiths, ha avisado de que Cataluña y España tienen que demostrar que son territorios "amigos" del automóvil para evitar fugas de inversiones en un momento decisivo.
En el marco monumental del palacio que ocupa el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), la Generalitat ha convocado a unos 200 directivos y representantes del sector del automóvil de Cataluña. La convocatoria llega en un momento en el que se deciden importantes inversiones y en el que la industria de automoción catalana ha perdido peso después del cierre de Nissan y ante la pujanza de la planta de Stellantis de Vigo, que ha llevado a Galicia a convertirse en la primera comunidad en producción desde la pandemia.
Ayudas de Cataluña a la automoción
Pere Aragonès ha asegurado que Catalunya "está completamente comprometida con la transformación hacia un modelo de movilidad más sostenible" y que, de forma imperativa, debe ir acompañado del impulso de la reindustrialización del país. Aragonès ha subrayado ante el sector la "labor proactiva de la Generalitat para impulsar la movilidad eléctrica, para facilitar y promover la instalación de puntos de recarga y para apoyar al sector de automoción en su transformación".
El 'president' ha ofrecido "movilizar todos los recursos" de los que dispone la Generalitat, entre los que se incluyen 23 millones en el periodo 2021-2022 a proyectos vinculados a la movilidad que han generado 2.131 empleos y una inversión de 114 millones, lo que supone el 19,25% de los fondos en ayudas a empresas. A esa cifra hay que añadir 196 millones del Plan Moves para incentivar la comrpa de vehículos electrificados y la instalación de puntos de carga, después de una ampliación de 65 millones asignada por el Gobierno central. Además, el Govern aprobó recientemente una ayuda directa al proyecto de electrificación de Seat de 89 millones.
Peticiones de Griffiths a Aragonès
Wayne Griffiths ha alertado que tanto Catalunya como España deben ser vistos como un "país amigo del automóvil", ya que si no, las inversiones se irán a otros países que sí que apuestan por la industria de la automoción, en sus palabras. Por ello, ha pedido "acelerar e incentivar medidas que hagan el vehículo electrificado atractivo para los ciudadanos y las empresas". Entre las prioridades ha reclamado priorizar la red de recarga y ha pedido a Aragonès que Catalunya sea "un referente en el despliegue de la infraestructura de recarga", así como en el apoyo de acceso del vehículo eléctrico para todos los ciudadanos.
La cumbre de automoción de Cataluña tiene lugar unos días después del acto oficial de inicio de las obras de la gigafactoría de baterías de Seat y Volkswagen en Valencia, que supone una inversión de 3.000 millones y la creación de 3.000 empleos directos. Catalunya optó a esa planta pero quedó descartada ante las opciones más ventajosas de Valencia, cuyo presidente, Ximo Puig, destacó la "estabilidad" como una de las claves de haber logrado esta inversión.
