Alpine, la marca deportiva del grupo Renault, ha reabierto las puertas de su exclusivo Atelier en el centro de Barcelona apenas 11 meses después de su inauguración. Y lo ha hecho, tras una inesperada reforma que ha durado dos meses, por todo lo alto: con una velada de lujo que reunió a su escudería de Fórmula 1 antes del GP de España, a la firma suiza de relojes de lijo H. Moser, y a destacadas personalidades de la sociedad barcelonesa.
El evento, celebrado en el reformado espacio situado en la confluencia de las calles Diputació y Roger de Llúria, ha servido como escaparate de la nueva imagen del Atelier y como plataforma para presentar la última colección de relojes fruto de la colaboración entre H. Moser y el equipo Alpine F1.
En busca de mejora en la F1
Alpine lucha por mejorar unos resultados que el mismo CEO del grupo, Luca de Meo, considera entre decepcionantes y desesperantes. Entre los últimos cambios aplicados se encuentra la sustitución de Jack Doohan por Franco Colapinto en uno de los monoplazas, junto a Pierre Gasly, y el encargo al veterano Flavio Briatore de la dirección de la escudería tras el cese de Oliver Oakes. Alpine ocupa la penúltima posición en el ranking de equipos con solo siete puntos, solo por delante de Sauber.
Gasly y Colapinto mostraron su ambición de acabar la carrera entre los 10 primeros clasificados y lograr puntuar, algo inusual esta temporada por ahora. A la espera de esos puntos, Gasly y Colapinto salieron del Atelier con sendos relojes de la edición limitada para 200 conductores de H. Moser, que se vende por 59.000 francos suizos, más de 63.000 euros. Los relojes van acompañados de otro para mecánicos, más sencillo e híbrido al incorporar una parte digital.
La reapertura del Atelier llega tras varias semanas de cierre por obras de reforma. Lejos de tratarse de un simple ajuste estético, la intervención responde a una renovación de imagen alineada contra la nueva estrategia comercial y de electrificación de la marca, que se encuentra en plena ofensiva de producto. “Es un retoque visual para adaptar el espacio a la evolución del ADN de Alpine”, aseguran desde la firma. Uno de los puntos clave de la reforam ha sido desplazar la barra de bar desde la entrada al fondo del local.
"Hoy iniciamos una nueva etapa en el Atelier Alpine de Barcelona", afirmó Antonino Labate, vicepresidente de ventas de la marca francesa, que definió el espacio como un lugar "donde conectar con la marca, la tecnología y la pasión".
Los pilotos de Alpine (derecha) en el Atelier de Barcelona
El Atelier, que abrió por primera vez en junio de 2024 coincidiendo con el Gran Premio de España de F1, ha sido concebido como un concepto pionero: más que una tienda, es una embajada de marca. Ofrece experiencias inmersivas, eventos exclusivos y un punto de conexión entre Alpine y los amantes del automovilismo. El espacio se suma a otros similares que tienen también en el centro de Barcelona Seat, Polestar, Link & Co y Tesla.
Más embajadas de Alpine
La discreta actividad del espacio en los últimos meses contrasta con el impulso que busca ganar ahora, en pleno calendario de carreras y con la llegada de modelos clave como el A290 —el primer urbano eléctrico de Alpine— y próximamente el A390. Ambos forman parte de un ambicioso plan de lanzamientos 100% eléctricos con el que la marca pretende multiplicar sus ventas globales y conquistar mercados como China y Estados Unidos.
La reapertura del Atelier de Barcelona se enmarca además en la estrategia de expansión física de Alpine, que prevé duplicar su red comercial hasta los 60 puntos en 2026. Tras Barcelona, llegarán nuevos Ateliers en París, Madrid o Londres, consolidando el modelo de ‘boutiques del automóvil’ en los centros urbanos.
