Han tenido que pasar cuatro años para que Ferrari lance la versión cabrio de su sorprendente Roma y 54 años para que vuelva a hacer un descapotable con techo de lona y motor delantero central. Hay que remontarse a 1969 y al 365 GTS4. Pero todos esos años han permitido avanzar los suficiente para conseguir pese al tejido un buen aislamiento acústico y una apertura y cierre eléctricos en sólo en 13,5 segundos.

El Ferrari Roma Spider viene a llenar el hueco que deja en la gama de la marca de Maranello el Portofino M, que acaba de dejarse de fabricar.  Un 2+, es decir un biplaza con un espacio detrás muy reducido y en esta versión aún más pequeño que en el coupé del que se deriva. Ambas carrocerías comparten toda la zona frontal y los grupos ópticos traseros, pero la cola se ha rediseñado para hacer hueco a la capota de cinco capas con trama que está inspirada en los trabajos de los sastres. Los ingenieros de Ferrari han conseguido un nivel de confort acústico comparable al de su techo plegable metálico anterior y mantener un maletero con 255 litros de capacidad que se puede ampliar a trasero.

Innovaciones de Ferrari Roma Spider

Para conseguir el máximo confort, Ferrari ha desarrollado y patentado un nuevo deflector de viento integrado en el respaldo de la banqueta trasera, que se puede elevar circulando hasta 170 km/h, para ello tiene un botón específico, y reduce hasta en un 30% las turbulencias en el habitáculo si lo comparamos con los modelos de Ferarri 2+ anteriores. 

El techo de tela y su impacto supusieron el punto de partida del equipo de diseño, que dirige Flavio Manzoni, para hacer un desarrollo aerodinámico adaptado a la nueva estructura. El techo, que está muy inclinado en la parte trasera, incluye la luneta con tres inclinaciones según las condiciones de la circulación. La sección inferior se convierte así en un alerón activo de fibra de carbono, con una geometría conectada con la luneta trasera y que completa el diseño del techo. Cuando el techo está recogido, el alerón activo se conecta ópticamente a la geometría del techo y los reposacabezas. El interior es similar al Roma coupé con una arquitectura que crea dos espacios independientes y conectados para conductor y pasajero. Se ha renovado el volante en diseño y en los controles secundarios.

Un descapotable muy rápido

Los tejidos para el techo se han desarrollado combinando colores que resaltan las dos almas del coche, cerrado y abierto, pero siempre con el espíritu de la Dolce Vita. El acabado bicolor puede elegirse entre una paleta de cuatro tonos. Hay un tejido técnico opcional, desarrollado específicamente para este coche, con una innovadora tela iridiscente en tonos rojos.

El Ferrari Roma Spider lleva una mecánica derivada del Roma. El motor V8 biturbo de 3,9 litros con una potencia de 620 caballos y un par máximo de 760 Nm con un cambio de doble embrague y ocho velocidades, pero estrena una nueva bomba de aceite que reduce en un 70% los tiempos en frio y acelera los cambios. Pese a la capota se han controlado los pesos, sólo suma 84 kg al coupé (1.556 kg), y se ha conseguido preservar las prestaciones, con 320 km/h de velocidad máxima y 3,4 segundos para pasar de 0 a 100 km/h.

El Ferrari Portgino M tenía un precio que arrancaba en los 200.000 euros, el Roma Spider superará esta cifra.