La fábrica de Mercedes de Vitoria ha vivido en la mañana de este lunes un momento histórico. Los trabajadores han decidido paralizar por su cuenta la actividad alegando el riesgo de contagio de coronavirus y la necesidad de seguir el confinamiento generalizado ordenado por el Gobierno.

El comité de empresa ha organizado un plante de los empleados de la línea de montaje, una de las pocas que seguían operativas en la industria de automoción en España, ante lo que consideran como una actitud irresponsable por parte de la dirección de la multinacional alemana. 

Miembros del comité de empresa se han sentado en el suelo al final de la línea de montaje para impedir que salieran furgonetas acabadas a partir de las 10 de la mañana. Los trabajadores han secundado la acción de sus representantes y han detenido tambien su actividad mientras coreaban gritos de "¡cierre ya!". 

Denuncia ante la Ertzaintza

El comité de empresa ha denunciado ante la Ertzaintza la situación de riesgo inminente para la salud de los trabajadores por falta de medidas de seguridad y por no poder respetar la distancia minima entre trabajadores para evitar la transmision del Covid-19.

Como consecuencia de estos hechos, la dirección ha ordenado la paralización de la actividad productiva en las instalaciones de Mercedes de Vitoria y el inicio de una negociación de un ERTE para la plantilla afectada, formada por unos 5.000 empleados. En un comunicado, la dirección ha asegurado que esta decisión es "inevitable y viene motivada por las crecientes medidas de seguridad exigidas por las autoridades sanitarias", en el marco del estado de alarma decretado a nivel nacional para gestionar la crisis sanitaria del coronavirus, "que hacen imposible mantener la actividad productiva" en una planta como esta.

"Esta decisión extraordinaria e imprevisible ha sido consensuada con el comité de empresa, siendo la mejor forma de reducir los contagios y contribuir a la ralentización de la expansión de los afectados", ha afirmado la dirección, que añade que la reanudación de la actividad será comunicada "oportunamente" con la "suficiente antelación".

El secretario sectorial de Industria Automovilística de UGT FICA, Jordi Carmona, había asegurado con anterioridad que desde el sindicato plantean parar la actividad en las factorías españolas de automóviles mientras no se garantice la seguridad de los trabajadores ante el brote de coronavirus. En declaraciones a Europa Press, Carmona explicó que no se reclama el no ir a trabajar, sino que se llegue incluso a parar la actividad industrial siempre que no esté asegurada la protección y la seguridad de la plantilla.

UGT pide el cierre de plantas

"Desde nuestro sector, lo que planteamos es parar la actividad mientras no se garantizará o garantice la salud de los trabajadores y trabajadoras y no el mero hecho de no ir a trabajar, como algunos nos acusaban, y entendemos los servicios mínimos que hay que garantizar pero que no tengan riesgo para la salud o estén dentro de las recomendaciones y obligaciones que marca el decreto", aseguró.

En esta línea, indicó que se está imponiendo en el sector la coherencia que reclamaban desde el sindicato, "priorizando la salud de los trabajadores y trabajadoras a otros intereses económicos, salvo en algunos casos reducidos". No obstante, Carmona resaltó que desde el próximo martes, con la aprobación de medidas laborales por el coronavirus, empezarán las negociaciones de las condiciones de los trabajadores, ya sea con medidas de flexibilidad, ERTE o con otras acciones que aseguren la viabilidad del negocio, pero "estando atentos para que esto no se utilice para otras cosas".

"Por ello, desde el sector automovilístico UGT FICA trabajaremos con toda nuestra convicción para que así sea y que esta situación la podamos ver lo antes posible como algo del pasado.
UGT FICA del sector automovilístico siempre ha estado a la altura de los retos, con miles de delegados y delegadas comprometidas con los trabajadores y trabajadoras y estar seguros que así seguirá siendo", finalizó.