La debilidad de la industria del automóvil le costará al grupo químico alemán Basf un descenso en sus ingresos. Basf prevé que su facturación se reducirá este año en España en comparación a 2018, cuando alcanzó unos ingresos de 1.358 millones, por factores como la debilidad del sector de la automoción, del que es un proveedor.

En declaraciones a Efe, el director general de Basf Española, Carles Navarro, ha explicado que los ingresos de Basf en España podrían reducirse este ejercicio "en un dígito". Con todo, ha recordado que Basf batió en 2018 su récord de ingresos en España, al sumar unas ventas por valor de 1.358 millones de euros.

La multinacional Basf anunció el pasado 9 de julio que ha revisado a la baja sus pronósticos globales de beneficio para este año porque el crecimiento global se ralentiza debido a que la producción industrial global es más débil de lo esperado por las tensiones comerciales. No obstante, Navarro ha subrayado que la economía española seguirá creciendo este año a mayor ritmo que otros países, por lo que los negocios de Basf en el país se verán afectados por la coyuntura internacional, pero de manera "diferente" a otros territorios.

Menos producción de coches

Navarro ha asegurado que el segundo trimestre del año ha sido "más flojo" de lo esperado en España para Basf por la peor evolución del sector del automóvil, aunque el directivo ha destacado que el negocio de soluciones agrícolas mantiene una buena evolución.

La producción de vehículos cayó un 6% en mayo y acumula siete meses consecutivos de descensos. De enero a mayo, la caída de las fábricas españolas de automoción fue del 5,6%. 

El máximo responsable de Basf en la península ha dicho que la incorporación de la compañía de semillas Nunhems a Basf ha sido una operación "francamente acertada", ya que ha aportado cuatro nuevos centros productivos en España, dos en El Ejido, uno en Cartagena y otro en Paterna y unos 120 empleados.