Sostenibilidad

Geely desafía al eléctrico apostando por el metanol

El visionario Li Shufu, fundador de Geely, quiere ir más allá de la electrificación adaptando vehículos de combustión al metanol y carburantes bio/sintéticos

Modelo Geely GX Cruiser de metanol en el Salón de Shanghái / GEELY

Modelo Geely GX Cruiser de metanol en el Salón de Shanghái / GEELY

Juan Carlos Payo

04.05.2025 19:05h

4 min

Li Shufu ha construido un imperio automovilístico, Geely, pero su estrategia ha sido más internacional, expansionista y adelantada que la del gigante de moda BYD. Ahora, Geely quiere ir más allá de la electrificación apostando, primero en China y luego globalmente, por el metanol y los combustibles bio/sintéticos, todo ello combinado con producción y lanzamiento de satélites propios para ofertar una nueva movilidad tan diferente como sostenible.


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A finales de los años noventa, pocos apostaban un yuan por aquel hijo de campesinos de Taizhou que, sin formación en ingeniería, soñaba con fabricar coches en una China donde la industria automovilística era territorio exclusivo del Estado. Hoy, Li Shufu no solo ha cumplido su sueño, sino que ha tejido una red de marcas globales bajo el paraguas del Geely Group: Geely Auto, Volvo Cars, Lynk & Co, la premium china Zeekr, Livan, Polestar, Proton, Smart (junto a Mercedes-Benz, teniendo a la vez casi el 10 por ciento del capital de la marca de la estrella), los London Taxi, Lotus y la nueva Farizon de furgonetas.

Los presidentes de Daimler y Geely, Dieter Zetsche y Li Shufu, firman un acuerdo sobre Smart

Los presidentes de Daimler y Geely, Dieter Zetsche y Li Shufu, firman un acuerdo sobre Smart

Expansión de Geely Group

La expansión internacional de Geely es uno de los capítulos más impresionantes de la automoción moderna. En cada movimiento, la receta ha sido la misma: apostar donde otros dudan, integrar lo mejor de Oriente y Occidente y construir valor a largo plazo. ¿Resultado? 3,34 millones de vehículos vendidos en 2024.

Desde sus inicios fabricando recambios para frigoríficos de segunda mano en 1986, hasta crear el primer coche de producción privada en China, Li Shufu ha demostrado una habilidad única: ver oportunidades donde otros veían imposibles. En 2010, sorprendió al mundo comprando Volvo Cars, la joya sueca a la que Ford no había sabido sacar rendimiento, y gracias a la cual surgirían después Lynk&Co y Polestar. Muchos vaticinaron su fracaso. Una década después, Volvo es más sólida que nunca y Polestar ya cotiza en el Nasdaq.

Ventajas del metanol

Ahora, mientras los gigantes del sector parecen concentrarse exclusivamente en el coche eléctrico e híbrido enchufable -un ejemplo, la también china BYD de la mano de su creador y máximo mandatario, Wang Chuanfu-, Li Shufu, además de focalizar en la electrificación, lidera una contraofensiva en varios frentes donde su verdadera revolución/originalidad pasa por devolver protagonismo al motor de combustión con una fórmula limpia y rentable, el metanol.

China, decidida a reducir su dependencia energética del petróleo y del carbón externo porque el propio contiene demasiado azufre, ha seleccionado el metanol -produce y consume más del 60% del metanol mundial- como uno de los tres pilares estratégicos del transporte del futuro junto con la electricidad y el hidrógeno. Aunque el metanol tiene una densidad energética del 50% de la de la gasolina, produce un 40% menos de CO₂ -y va a mejor con nuevas soluciones- y cuesta casi la mitad.

Y Geely, ya con más de 40.000 coches de metanol en circulación, lidera este frente silencioso. A diferencia de la electricidad, cuyo origen en China sigue siendo mayoritariamente carbón -60%-, el metanol ofrece una vía más limpia y eficiente. Producido a partir de excedentes de carbón no apto para combustión directa, residuos agrícolas o hidrógeno verde, el metanol puede alimentar motores convencionales adaptados con ligeras modificaciones.

Presentación de Geely en el Salón de Shanghai / X GEELY

Presentación de Geely en el Salón de Shanghai / X GEELY

Mejoras del motor de combustión

Geely ya ha registrado más de 300 patentes en este campo y defiende que esta vía puede lograr una transición energética mucho más inclusiva, económica y rápida. Y es que Li Shufu lleva años defendiendo que el coche eléctrico no es la panacea ni el único camino: el metanol ofrece una alternativa sostenible, asequible y tecnológicamente viable, además de poder aprovechar la infraestructura actual de repostaje.

Pero sin dejar de lado la combustión, recordemos también que Geely tiene el 45% de Horse, la empresa que junto al Grupo Renault -45%- y la petrolera saudí Aramco -10%- trabajan en motores de combustión interna pero con el bombazo presentado en el Salón de Shanghai bajo la denominación Future Hybrid, que permitirá a las marcas que fabrican vehículos eléctricos transformarlos fácilmente en híbridos, gracias a un sistema todo en uno fácil de integrar.

Satélites propios como Elon Musk

Además, Geely ha dado ya un paso inédito en la industria automovilística salvo que busquemos paralelismos espaciales con Elon Musk: ha lanzado su propia constelación de satélites. Hoy, más de 30 satélites ya permiten que sus vehículos estén conectados en el 90% del planeta, con el ambicioso objetivo de alcanzar 5.765 satélites. Esta red no solo mejorará la experiencia de conducción, sino que será fundamental para el despliegue de la conducción autónoma, una de las grandes promesas de la movilidad futura.

Mientras el mundo automovilístico apuesta ciegamente por la electrificación, Li Shufu persiste en su visión alternativa. Para muchos, sigue siendo un “loco”; para otros, el empresario más lúcido de la nueva movilidad. El tiempo dará o quitará razones a Shufu.

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