Los últimos datos de cierre de las ventas de coches en enero han confirmado que fue un mes negro para el mercado. Las matriculaciones de turismos y todoterrenos se han desplomado en enero un 51,5% y han dejado las ventas en el peor nivel desde los meses del confinamiento domiciliario por la pandemia. Las matriculaciones acabaron el mes de enero con casi 42.000 coches frente a los 86.511 vehículos que se vendieron en enero de 2020.
Fueron solo 41.966 coches los que se matricularon en España en un enero que ha marcado el mínimo desde que se inició la actual serie estadística en 1989. Todo jugó en contra del sector, desde los días de bloqueo en Madrid y otras ciudades por la nueve dejada por la tormenta Filomena hasta la subida del impuesto de matriculación y la desaparición del Plan Renove. Incluso hubo dos días laborables menos en enero de 2021 en relación con el mismo mes de 2020.
Peor que en junio de 2020
El descenso de las ventas de automóviles del 51,5% es la más profunda desde marzo de 2020, cuando a mediados de mes se paralizó la actividad económica por el confinamiento domiciliario y provocó una caída del 69,3%. El retroceso del primer mes de 2021 fue más abultado incluso que el registrado en junio de 2020, cuando empezaron a reabrise los concesionarios.
Entre las señales más preocupantes se encuentran un recorte en las compras de clientes particulares del 53%, con solo 19.034 unidades, mientras que las compañías alquiladoras matricularon 4.535 vehículos, un 65,4% menos, y las empresas, 18.397, un 44% menos. El mercado de vehículos comerciales ligeros cayó un 31,1%, mientras que las matriculaciones de camiones pesados y autobuses bajaron un 19,4%.
Se trata de unos datos "terroríficos", según ha explicado Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, en una entrevista en el canal 24H de TVE. Pero podían haber sido todavía peores ya que las automatriculaciones contabilizadas en los últimos días suavizaron el golpe, que podía haber dejado en tan solo 30.000 unidades comercializadas.
"Decisiones difíciles" en empleo
Los concesionarios atribuyen el descalabro a la tercera ola de coronavirus y a la subida del impuesto de matriculación por la aplicación del nuevo protocolo de medición de emisiones WLTP.
Los datos de ventas de vehículos de enero han sembrado la preocupación en el sector. "Nosotros hemos sido un sector que hemos recuperado muy rápido al personal de los ERTE. Pero con caídas superiores al 50%, el empleo va a sufrir. A partir de ahora, habrá que tomar decisiones complicadas", ha advertido Gerardo Pérez.
Noemi Navas, directora de Comunicación de ANFAC, explicó que “a un mercado en situación de extrema debilidad por la pandemia y la crisis económica, se le han añadido dos factores muy negativos: la subida del impuesto de matriculación y el fin del plan de achatarramiento Renove, con el 80% del presupuesto sin consumir, efectos que se podían haber corregido y que han contribuido a terminar de hundir las ventas en enero, con una cifra históricamente baja".
Según la directora de Comunicación de GANVAM, Tania Puche, “arrancamos el año con el volumen más bajo desde que hay estadísticas, por lo que urge reactivar la demanda con medidas eficaces y de rápida implantación".
Para Elías Iglesias, presidente de Ancove, el retroceso experimentado en enero sitúa el mercado en un nivel similar a los meses del confinamiento. "No hay duda de que la confianza de los consumidores está en mínimos afectando a un bien duradero, como el automóvil, de manera muy intensiva. Las ayudas a la compra de vehículos, por muy necesarias, se demuestran insuficientes. Desde Ancove entendemos que se hace imprescindible un programa de apoyo generalizado a la demanda que devuelva la confianza a los consumidores", ha indicado Iglesias.