Dacia ha decidido anticiparse y presentar ya una propuesta en firme para el nuevo segmento de los coches eléctricos populares que quiere impulsar la Unión Europea. Tras una primera fase en la que la industria del automóvil se entregó a la fiebre de los SUV eléctricos de gran tamaño y precio elevado, la marca de origen rumano del grupo Renault ha presentado el Dacia Hipster Concept, un coche eléctrico en miniatura —apenas tres metros de largo— que reinterpreta la idea del vehículo popular para la era de la electrificación. Un movimiento que se puede leer como un desafío europeo y una reivindicación del sentido común.
“Queremos reimaginar todo para conseguir una movilidad local asequible y cotidiana. Contamos con activos en el Grupo Renault para hacerlo realidad”, aseguró Katrin Adt, nueva CEO de Dacia, durante la presentación del prototipo en París. Las palabras de la directiva y el ambiente que se podía respirar en la presentación apuntan a que el Hipster puede convertirse en realidad: “Estaremos atentos a la regulación. Si tenemos oportunidad, lo haremos”, indicó Katrin Adt.
A la espera de Bruselas
El Hipster llega justo cuando la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, prepara un anuncio clave: el impulso de un programa de apoyo a los pequeños eléctricos fabricados en Europa, con precios que oscilen entre los 15.000 y los 20.000 euros. El plan, que incluye un zasca a la industria por haber empezado la electrificación por la gama alta, pretende acelerar la aceptación de la movilidad eléctrica entre los usuarios, que en muchos casos no acceden a los vehículos de baterías por su alto precio,o por desconfianza.
Dacia se adelanta a esa estrategia comunitaria con una propuesta tangible, que busca ocupar el espacio entre los cuadriciclos y microcoches urbanos (donde compite el Mobilize Duo del propio grupo Renault) y los compactos eléctricos tradicionales. Curiosamente, el Hipster mide casi lo mismo que el Fiat 500 original. Con sus tres metros de longitud, el Hipster no es un cuadriciclo, sino un turismo real —requiere carnet de conducir—, y se sitúa por debajo del Dacia Spring (3,70 metros), actualmente el eléctrico más asequible del mercado europeo, aunque fabricado en China.
“De momento, el Dacia Hipster es un Concept. Ya veremos qué pasa en el futuro”, matizó Laurent Sengenes, director general de Dacia España, en una declaración que refleja tanto prudencia como expectación.
Una oportunidad política e industrial
Si Bruselas aprueba un plan de incentivos específicos para los microeléctricos europeos, el Hipster podría convertirse en el emblema del coche popular del siglo XXI, del mismo modo que el Logan lo fue en los 2000 y el Sandero de combustión lo es en la actualidad. En un mercado que ha visto cómo el precio medio de los coches nuevos en Europa ha subido un 77 % desde 2010, el regreso a un vehículo simple, eléctrico y asequible puede ser más que una estrategia comercial: puede ser una necesidad social. En un entorno de coches cada vez más grandes, pesados y caros, el Hipster reivindica lo contrario: ligereza, simplicidad y proximidad, resumen desde el equipo de diseño de Dacia.
El coche que no existía
“Este es el proyecto más auténticamente Dacia en el que he trabajado, con el mismo impacto social que tuvo el Logan hace 20 años”, explicó Romain Gauvin, responsable del diseño avanzado de la marca. “Se trata de inventar un objeto que hoy no existe”.
Y, efectivamente, el Hipster parece salido de una nueva categoría. Su estética recuerda a un mini todoterreno con aire de Ford Bronco en miniatura, o incluso a los kei cars japoneses, con su silueta cúbica, sin voladizos y con las ruedas situadas en las esquinas del chasis. Esa robustez de aspecto lúdico no oculta su vocación práctica: cuatro plazas reales y un maletero variable de 70 a 500 litros, según explicó Stéphanie Chiron, responsable de producto avanzado de Dacia.
El modelo, un 20 % más ligero que el Spring por sus dimensiones y el uso de plástico policarbonato, promete reducir a la mitad la huella de carbono respecto a los eléctricos actuales. Aunque no se han revelado cifras concretas de batería ni autonomía, se espera que ofrezca dos recargas semanales para cubrir los desplazamientos urbanos, en línea con los patrones de uso diarios de los europeos —el 94 % de los conductores recorre menos de 40 km al día—. Estaría por debajo del Spring, que equipa una batería de 24 kWh con una autonomía de 225 km.
Lo esencial como bandera
El Hipster Concept lleva al extremo la filosofía que Dacia ha defendido durante dos décadas: ir a lo esencial. Desde los tiradores sustituidos por correas hasta los asientos con estructura visible y materiales reciclados Starkle, todo en este coche está diseñado para ser útil, ligero y barato de producir.
Incluso la digitalización sigue esa lógica minimalista: el vehículo prescinde de una gran pantalla integrada y apuesta por el sistema BYOD (Bring Your Own Device), que convierte el propio smartphone en llave, navegador y equipo multimedia, aunque con un salpicadero en formato vertical inspirado en las rees sociales.