Esta semana ha bastado para que la industria del automóvil vuelva a enfrentarse a su mayor miedo: que un actor geopolítico cierre el grifo de un recurso crítico. Si en 2021 fueron los microchips, hoy son las tierras raras el nuevo punto débil. El resultado: cierres de plantas, tensión industrial y señales de alerta en todas las direcciones.
Las cinco noticias de movilidad y automoción más destacadas de la semana apuntan a un mismo diagnóstico: la cadena de valor del automóvil sigue siendo extremadamente frágil. China, como en el caso de los semiconductores, controla un cuello de botella esencial. Y ahora ha activado la palanca.
El recuerdo del parón global de 2021 sigue fresco. Pero esta vez el material es diferente y el contexto más complejo. El vehículo eléctrico, la digitalización y la nueva movilidad dependen aún más de materiales críticos como el neodimio o el disprosio. La moraleja es simple y brutal: no hay transición sin resiliencia industrial. Y no hay resiliencia sin autonomía estratégica.
Mina de uranio y litio de Berkeley en Salamanca / COCHE GLOBAL
1. La sombra larga de China en las tierras raras
El cierre temporal de la producción del Suzuki Swift marca un antes y un después. No solo porque afecta a uno de los modelos más populares de la firma japonesa, sino porque confirma que el cerrojazo chino ya está impactando a la industria. Desde abril, Pekín exige licencias especiales para exportar siete minerales estratégicos. Apenas el 25 % se están aprobando.
Europa no queda al margen. CLEPA, patronal europea de proveedores, ya habla de "impacto inmediato y grave", con líneas de producción paralizadas y riesgo de destrucción de empleo si la situación se alarga. Y lo más preocupante: las soluciones no llegarán a corto plazo. La carrera por motorizaciones sin tierras raras es todavía incipiente.
¿De verdad creíamos haber aprendido algo tras la crisis de los chips? La realidad es que la industria sigue siendo vulnerable a los vaivenes políticos de sus proveedores estratégicos.
Visita de Pedro Sánchez a Wallbox
2. Wallbox recibe apoyo estatal, pero la rentabilidad sigue lejana
En otro frente, la tecnología española también busca oxígeno. El Gobierno ha entrado en el capital de Wallbox con una inversión de 8,35 millones de euros, reforzando así su papel como socio estratégico en el desarrollo de la movilidad eléctrica.
La compañía barcelonesa, referente en cargadores inteligentes, acumula años de crecimiento... y de pérdidas. En 2024 ingresó 163 millones de euros, pero perdió 131. Con más de 55 millones captados en rondas privadas y ayudas del PERTE, el plan es resistir hasta llegar a la ansiada rentabilidad.
La entrada del Estado no es solo financiera, sino simbólica: España quiere blindar su soberanía tecnológica en un mercado clave como el de la recarga. Pero el camino es largo y el sector, inestable.
Josep Pont (Maas) y Agustí Garcia (Vallescar).
3. Fusión Maas-Vallescar: concentración para sobrevivir en la nueva movilidad
En el ámbito más comercial, el mayor grupo de concesionarios de Cataluña acaba de nacer. La fusión de Grupo Maas y Grupo Vallescar da lugar a un gigante con 95 puntos de venta y más de 25.000 vehículos vendidos al año.
En apariencia, una buena noticia. En el fondo, otra respuesta defensiva ante un modelo de negocio en transformación. La venta tradicional de vehículos vive su metamorfosis hacia el renting flexible, los marketplaces digitales y la movilidad como servicio.
Esta fusión busca masa crítica, sí, pero también tiempo para reinventarse. Y eso es lo que necesitan los concesionarios en toda España: músculo y visión.
Donald Trump con Elon Musk junto a un Tesla / X POTUS
4. Trump vs Musk: divorcio con consecuencias bursátiles y estratégicas
Del terreno industrial al terreno político, la ruptura entre Elon Musk y Donald Trump ha sacudido los mercados. Lo que empezó como una colaboración estratégica acabó esta semana con acusaciones cruzadas, amenazas de cancelar contratos federales y una caída del 14 % en las acciones de Tesla.
Más allá del drama personal, el episodio refleja un riesgo estructural para las empresas hiperdependientes de un liderazgo carismático. Y también la fragilidad de los equilibrios entre poder político y poder corporativo.
Musk pensaba que podía ser el consejero en la sombra. Trump pensaba que podía domesticar a un magnate. El choque de egos ha dejado un claro perdedor: Tesla, que vuelve a perder tracción en un momento clave para su futuro.
Fidel Jiménez de Parga, director de Skoda España, y el embajador de Chequia, Libor Sečka
5. Škoda cumple 130 años: de las bicicletas al Epiq eléctrico Made in Spain
En medio del ruido, Škoda ha celebrado sus 130 años de historia con un acto institucional que reivindica su papel como puente industrial entre Chequia y España. Desde un taller de bicicletas hasta una producción global de casi un millón de coches al año, la marca del Grupo Volkswagen ha sabido adaptarse y crecer.
La última prueba de esa conexión hispano-checa es el Epiq, su próximo SUV eléctrico urbano, que se fabricará en Navarra con previsión de 100.000 unidades anuales. Un gesto que va más allá del producto: es una apuesta por España como hub de producción eléctrica europea.
En un sector en transición, Škoda ofrece un raro ejemplo de estabilidad y visión de largo plazo. Una lección valiosa en una semana marcada por la incertidumbre.