Ebro acelera su transformación eléctrica. La marca española ha cerrado octubre con un 45% de sus ventas correspondientes a modelos híbridos enchufables (PHEV), lo que consolida su posición entre los fabricantes con mayor peso de vehículos electrificados. Coincidiendo con este hito, la compañía ha presentado el nuevo Ebro S900 PHEV 4x4, su SUV insignia también ensamblado en la planta de Barcelona.
El presidente de Ebro SUV y CEO de Ebro Motors, Pedro Calef, destacó, en un encuentro con periodistas en Barcelona, que la electrificación de la gama avanza con rapidez y se mostró confiado en mantener este alto porcentaje de ventas de modelos enchufables, lo que ayudará a mejorar la rentabilidad de la marca y consolidar su crecimiento en ingresos.
Una de als claves de la aceptación de los híbridos enchufables de Ebro es, según la marca, su alto equipamiento y sus precios competitivos. Las versiones híbridas enchufables actuales de Ebro tienen un precio inicial de 39.990 euros en el caso del S700 PHEV y de 44.990 euros para el S800 PHEV, aunque con las promociones y las ayudas del Plan Moves reducen o suprimen los sobreprecios respecto a las versiones de gasolina (unos 10.000 euros en el S700 y 8.000 en el S800). El S700 PHEV se queda en 26.490 euros, frente a 24.990 de la versión de gasolina pero menos equipada, mientras que el S800 PHEV se vende desde 30.990 euros frente a 29.990 del modelo homólogo de combustión.
El nuevo S900 PHEV: más autonomía, lujo y tecnología
El nuevo Ebro S900 PHEV 4x4 se posiciona como el tercer modelo híbrido enchufable de la gama con un salto en prestaciones y equipamiento. Con 4,81 metros de largo, 7 plazas y una autonomía eléctrica de hasta 140 km (por encima de los 90 km de los S700 y S800), el S900 cuenta con tres motores eléctricos y un propulsor 1.5 TGDI que ofrece 425 CV de potencia combinada, tracción total y carga rápida de hasta 71 kW en corriente continua, capaz de recuperar del 30 al 80% de la batería en apenas 25 minutos.
La batería de 34,46 kWh y su gestión inteligente permiten un uso mayoritariamente eléctrico, mientras que el consumo medio homologado (WLTP) es de 1,68 l/100 km, lo que le otorga la etiqueta CERO emisiones de la DGT.
Tras los más de 1.651 vehículos matriculados en octubre, Ebro suma ya casi 9.000 vehículos circulando en España, y prevé superar los 80 puntos de venta antes de finales de 2025, consolidando su presencia nacional y su estrategia de crecimiento “capilar y sostenible”.
Reindustrialización en Barcelona
La expectativa de crecimiento se centra también en el modelo compacto S400, aunque de momento ha quedado “ligeramente por debajo de las expectativas”, según Calef. Tras su salida al mercado en primavera, el S400, que se vende desde 19.990 euros, acumula unas ventas de 1.184 unidades frente a las 2.168 del S800 y 5.331 del S700.
Calef recordó que Ebro fue la primera empresa mixta formada por una firma europea y otra china, el grupo Chery, y que el proyecto ha generado ya 1.200 empleos directos (de los que más de 800 son exempleados de Nissan) y cerca de 2.000 en total, con el objetivo de culminar la reindustrialización de la histórica planta de Zona Franca de Barcelona antes de final de año. “En 2025 estaremos por debajo de las 20.000 unidades producidas, pero con las primeras entregas del S900 en diciembre de 2024 cumpliremos nuestras metas de industrialización”, afirmó Pedro Calef.
En el horizonte está el salto hacia la producción completa de vehículos con proveedores locales en Barcelona y la llegada de los primeros eléctricos y de los modelos de Omoda y Jaecco, de Chery.
Actualmente, la marca cuenta con más de 70 concesionarios en toda España, con presencia en todas las provincias y una expansión reforzada en las áreas de mayor población. Ebro también ha inaugurado un nuevo centro logístico de recambios en Guadalajara, que permitirá mejorar los tiempos de suministro y el servicio postventa.
Todo ello acompañado de una fuerte apuesta de Ebro por el deporte para reforzar su visibilidad como patrocinador oficial de la selección española de fútbol y como equipo participante en el Rally Dakar junto a Laia Sanz. "Es un desafío técnico y de marca que simboliza el espíritu de superación de Ebro”, destacó el directivo.