Volvo surfea los problemas. Acaba de anunciar el balance al cierre del segundo trimestre de 2022, de abril a marzo, que arroja una imagen sobre este complejo ejercicio llena de luces y sombras impactada por las restricciones de producción como consecuencia de la falta de suministros.

Las entregas de vehículos descendieron un 27% en el segundo trimestre del año, sobre el mismo periodo del año anterior, situándose en 148.300 vehículos, con un descenso de facturación del 2%. Sin embargo, en el primer semestre la caída acumulada de ventas es del 23% y la facturación registra un ligero incremento del 3% situándose en 145.600 millones de coronas suecas (13.950 millones de euros). La rentabilidad se mantiene fuerte, pese a la actual situación, con un beneficio operativo en la primera mitad del año que aumenta un 27% sobre el mismo periodo del año anterior y se situa en 16.800 millones de coronas (1.600 millones de euros).

31% de electrificados

El 31 % de las ventas de Volvo en el segundo trimestre correspondieron a la gama ‘Recharge’ (electrificada), de las que un 7,3 % fue de modelos 100% eléctricos.

"Estamos satisfechos de haber conseguido unos resultados financieros estables en, teniendo en cuenta las turbulencias que se han producido en el segundo trimestre”, reconoció en un comunicado Jim Rowan, presidente y consejero delegado de Volvo Cars.

Revisión de previsiones

El CEO de Volvo añadió que "los resultados de las ventas del segundo trimestre de Volvo Cars se vieron afectados por las continuas restricciones en el suministro que arrastramos desde los trimestres anteriores, y por el efecto de los últimos confinamientos en China como consecuencia del covid. Este último factor ha repercutido en las entregas en China y ha afectado gravemente a la producción en el país asiático y en Europa, sobre todo de los vehículos electrificados”. Rowan alertó que el impacto se seguirá notando en el tercer trimestre. 

Volvo Cars confiaba que los volúmenes en 2022 fuesen mejores que los de 2021. Sin embargo, el desfase de producción y entregas minoristas, hacen estimar que en 2022 las ventas a concesionarios serán iguales o ligeramente inferiores a las de 2021.