Los vecinos de Sant Cugat del Vallès han vivido hoy una nueva manifestación de la plantilla de Nissan. Los trabajadores amenazados con el despido por el cierre de la fábrica de Barcelona y de las de Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca han trasladado su protesta al municipio para llevar a cabo un escrache frente al domicilio de Frank Torres, el directivo encargado de liquidar las factorías.

Ha sido la respuesta de la plantilla a las afirmaciones de Frank Torres, que unas horas antes ha hecho un llamamiento al diálogo al tiempo que advertía de los efectos negativos que puede tener "desprestigiar" al negociador español en el proceso. Sus palabras, lejos de calmar los ánimos de los trabajadores, han actuado como fueran más gasolina en el fuego del conflicto laboral en vísperas de que comience formalmente el periodo de consultas de un mes del ERE de cierre, que concluirá a final de julio. 

Aviso a los vecinos

"Hemos venido aquí para recordaros que un vecino vuestro es el responsable de querer cerrar Nissan y despedir a más de 25.000 familias", ha afirmado Miguel Ángel Boiza, responsable de CCOO en la empresa. "Hoy eres protagonista porque todos nos acordamos de ti", ha añadido. El dirigente del comité ha desmentido que los representantes de los trabajadores no quieran sentarse a negociar, tal como ha advertido Frank Torres. "Sí queremos negociar, pero no los despidos, queremos negociar nuestro trabajo de futuro", ha afirmado rodeado de cientos de manifestantes.

También ha habido críticas a José Vicente de los Mozos, vicepresidente de producción de Renault, a quien han acusado de esconderse y no dar la cara en este conflicto. El mensaje a Renault no solo se quedará en las críticas verbales, sino que se convertirá en movilizaciones la próxima semana frente a la planta de Nissan de Cantabria, proveedora de las fábricas de Renault de Valladolid y Palencia. El comité ha pedido a los trabajadores que se desplacen hasta Cantabria para bloquear el tráfico de camiones con los componentes que se suministran a otras fábricas de montaje de vehículos, en un intento por extender el conflicto de Barcelona.

Frank Torres ha asegurado que "Nissan no se va de España", donde mantendrá más de 1.000 empleados entre Cantabria, Ávila y Barcelona, donde conservará la sede del departamento comercial y el almacén de recambios.