La reindustrialización de las fábricas de Nissan de Barcelona ha entrado en la recta final y con un horizonte de varios proyectos con posibilidades de salir adelante. El secretario general de Industria y Pyme del Ministerio de Industria, Raül Blanco, se ha mostrado "convencido" de que se logrará encontrar una alternativa industrial para la que ha brindado el apoyo de las administraciones públicas.

En su intervención en un debate sobre los fondos europeos organizado por la Comisión de Economía Catalana del Col·legi d'Economistes de Catalunya, Raül Blanco ha asegurado que el Gobierno y el resto de administraciones implicadas en este proyecto están trabajando de forma conjunta en la reindustrialización de Nissan. "No está siendo fácil, pero hay proyectos, y estamos convencidos de que reindustrializaremos una zona tan emblemática como la Zona Franca y las plantas complementarias".

A la pregunta de si podrán usarse fondos europeos para respaldar la reindustrialización, Blanco ha garantizado el "máximo apoyo" de las administraciones, tanto del Gobierno como de la Generalitat, "a los proyectos que se sitúen allí, tanto en el marco de esta línea como de otras".

Planta pionera en eléctricos

El repliegue industrial de Nissan tiene un aspecto contradictorio ya que tiene lugar en plena apuesta de la industria por los vehículos eléctricos a pesar de que la planta de la Zona Franca fue pionera en la producción de una furgoneta sin emisiones. Blanco ha remarcado que el cierre se trata de una decisión puramente empresarial, tomada en el marco de la alianza Nissan Renault, y que no se pudo impedir pese a los esfuerzos hechos por las administraciones.

Entre los proyectos que han mostrado interés por trabajar en las instalaciones de Nissan se encuentra el consorcio de empresas medianas y pequeñas D-Hub, que incluye QEV Technologies, Silence, Inzile y Volta Trucks, el grupo belga Punch y dos fabricantes asiáticos de vehículos